viernes, 25 de mayo de 2018

Mark Twain







El 30 de noviembre del año 1835, en el estado de la Florida, en Los Estados Unidos, nació Samuel Langhorne Clemens, mejor conocido por su seudónimo, Mark Twain. Fue tipógrafo, piloto de barco, minero, periodista, humorista y escritor. Pero sobre todo, aventurero.  Creció en un pueblito a las orillas de río Misisipi entre praderas y barcos de vapor. A los doce años, quedó huérfano de padre y dejó los estudios. Trabajó durante un tiempo como aprendiz de tipógrafo en una editorial. A los dieciocho, abandonó su hogar en busca de experiencias. Se convirtió en aprendiz de piloto de barco. Luego, en minero. Y después, en periodista.  En 1865, publicó su primer gran logro literario, La famosa rana saltarina de Calave. La obra la firmó con el nombre de Mark Twain.  La pieza fue un éxito. Desde entonces, Twain viajó excesivamente, dio numerosas conferencias y siguió escribiendo mucho más.  Claro, hoy en día, es mundialmente conocido por dos obras principalmente, Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las aventuras de Huckleberry Finn (1882). En esas dos novelas nos recrea los paisajes de su infancia, en la ribera del Misisipi. Los relatos, por supuesto, son ficticios, pero indudablemente  repletos con claras inspiraciones autobiográficas. El humor, la picardía y la ironía son elementos muy característicos de toda su obra.

Por muchos, Huckleberry Finn es considerada como la primera novela realmente estadounidense. Porque nos describe un mundo nuevo que nada tiene que ver en el mundo europeo. Nos narra la vida en el río Misisipi, en los estados de Missouri, Arkansas y Luisiana.  Su lenguaje también es esencialmente estadounidense, utilizando expresiones propias y desconocidas para el inglés hablado en Europa. En el libro, nos topamos con palabras como “nigger” (negro, un término hoy considerado despectivo), por ejemplo. También palabras como “hell” (diablos)  que le han traído a  la obra  algo de controversia entre los críticos. Por supuesto que el libro no es un texto racista ni vulgar. En realidad, es una narración simplemente muy autentica, espontánea y coloquial que refleja su tiempo con un sesgo sumamente irónico. 

Su lectura es magnífica. Es poderosa, emotiva y sincera. Un verdadero placer. Su humor es muy estadounidense pero de una genialidad muy universal. Su crítica social, muy profunda y avanzada. En muchos países, sus novelas son categorizadas como literatura juvenil. Pero es un error.  Huck Finn y Tom Sawyer ocupan un lugar entre los grandes de la literatura de todos los tiempos. Están a la par de Ulises, Don Quijote, Hamlet y Fausto. Los personajes de Twain son sinónimo de independencia, libertad y rebeldía. Representan esa combinación perfecta entre la libertad interior y la integridad moral; y nos hablan del conflicto entre la nobleza humana y la civilización, tan  llena de prejuicios y ataduras. Mark Twain es una verdadera maravilla. Leerlo es una gran aventura.





Gustavo Godoy

Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 25 de Mayo 2018 en la Columna Entre libros y montañas



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viernes, 18 de mayo de 2018

Lolita





La novela Lolita (1955)  de Vladimir Nabakov nos relata la historia de una perversión. El protagonista, un profesor de literatura, de nombre Humbert Humbert (de cuarenta años edad) se enamora locamente de una niña de doce y la convierte en su amante. Humbert nos comienza a  narrar los detalles de su obsesión desde una prisión, donde ha sido condenado por asesinato.

H.H creció en  la Riviera francesa en condicionas muy normales. Sin embargo, algo sucedió.  Un día, cuando tenía trece años,  se encuentra con  Annabel, su primer amor, de doce. A los pocos meses de aquel encuentro, la chica muere de tifus. El trágico evento lo afectó profundamente dejándolo con una herida incurable.

Su vida trascurrió pero con dificultad. Estudia literatura inglesa. Realiza diferentes trabajos. Incluso, pasa un tiempo en un centro psiquiátrico. Hasta se casa, pero el matrimonio fracasa al poco tiempo. Su gran problema es la atracción desmedida que siente por chicas en edad preadolescente, o “ninfulas” como él las llama. Eventualmente, se muda a los Estados Unidos y renta un cuarta en la casa de Charlote Haze. Ahí se conoce a la hija de Charlotte, Dolores (Lolita). Y la joven logra enloquecerlo perdidamente. Al poco tiempo, H.H se casa con Charlotte solo para poder estar cerca de su hija. El profesor registra todos estos sentimientos en un diario secreto, pero Charlotte logra encontrarlo y lo lee. Como era de esperarse, quedó aterrorizada con las revelaciones que ahí encontró. Y… ¿qué ocurre después? Una tragedia. Ese mismo día, desafortunadamente, Charlotte es atropellada por un automóvil y muere al instante.

Humbert al enterarse de la muerte de Charlotte va a buscar inmediatamente  a Lolita para contarle de lo sucedido. Entonces, los dos emprenden juntos un viaje sin destino. La escena del motel es particularmente interesante porque Humbert asegura que Lolita lo sedujo a él y no al revés. Es decir, el ratón cazó al gato.

Humbert y Lolita viajaron sin parar por casi un año. Durante ese tiempo,  la relación creció en complejidad, pero un día Lolita desaparece dejando atrás a un hombre desesperado. No más Lolita para H.H.  Después de buscarla sin éxito por dos años, Humbert, de pronto y de la nada, recibe una carta de Lolita que le informa que se casó, que está esperando un bebe y que  necesita dinero para poder trasladarse Alaska con su marido. Durante el reencuentro, Humbert le suplica que vuelva con él, pero ella lo rechaza. Lolita admite que dejó a Humbert por Clare Quilty, un dramaturgo. La relación comenzó en secreto hasta que decidieron huir. Lolita amaba a Quilty pero él eventualmente la despachó. Impresionado con la historia que escuchó, le da $4000 e inmediatamente se dirige  la casa de Quilty. Lo encuentra y lo mata a tiros.

Lolita es una novela para los amantes de la literatura. Su encanto está principalmente  en su lenguaje más que en su trama. Claro que la trama es enigmática. Bueno, porque nos plantea dilemas morales sumamente profundos. ¿Es Humbert  un villano o la victima? Pero más allá de eso. Lolita nos hechiza con sus palabras. La novela es el placer hecho lenguaje. Todo un deleite.




Gustavo Godoy

Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 18 de Mayo 2018 en la Columna Entre libros y montañas



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viernes, 11 de mayo de 2018

Franz Kafka




Cada vez que nos encontramos sometidos, inevitablemente,  a  humillaciones y a injusticias propiciadas por fuerzas ajenas y sin poder escapar, estamos en un universo definido por Franz Kafka.  Autoridades como políticos, jueces, policías, burócratas, padres y jefes son villanos kafkianos.  Su literatura puede ser leída como una metáfora de lo peor de la vida moderna: los poderes invisibles, la burocracia infinita, la confusión de una realidad laberíntica, la falta de sentido y propósito.

Franz Kafka nació en la bella ciudad de Praga, hoy Checoslovaquia, en 1883, dentro de una familia judía y germano parlante. Era hijo de un padre sumamente severo, arbitrario  y frío. Y de una madre amorosa pero débil de carácter. Siempre fue tímido y solitario. Además, de un gran apasionado de la literatura. En su juventud leyó a Goethe y a Flaubert con entusiasmo. Nunca se casó. En una oportunidad, sí estuvo comprometido con una joven llamada Felice Bauer, pero rompió con ella para poder “estar más tiempo solo”.  Toda su vida trabajo en empleos que nunca le gustaron. Primero, como auxiliar administrativo y luego en una compañía de seguros. Siempre sometido a la imposición de horarios, rutinas y normas inflexibles. Murió de tuberculosis en 1924.

Por sus diarios sabemos que Kafka siempre vivió una doble vida. En el día, trabajaba. Por las noches, escribía (en alemán)   literatura. Durante su vida, fue un escritor desconocido, y  publicó muy poco. Solo tres colecciones de cuentos cortos, que incluyen uno de sus escritos más reconocidos, Metamorfosis. Sus otras obras fueron publicadas después de su muerte por un amigo, Max Brod,  que no destruyó sus manuscritos, desobedeciendo así los deseos del autor. El proceso, El castillo y América, sus novelas, sus verdaderas obras maestras.

Sus finales en muchos casos, inconclusos; sus comienzos, geniales. En Metamorfosis: “Al despertar Gregorio Samsa una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto. Se hallaba echado sobre el duro caparazón de su espalda, y, al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades… Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia. -¿Qué me ha sucedido? …” En El proceso: “Alguien debió de haber calumniado a Josef K., puesto que, sin haber hecho nada malo, fueron a arrestarlo una mañana”.

Kafka es una de las grandes figuras del siglo XX. Un genio de la literatura alemana y universal. Esa mezcla de realismo y fantasía que utilizó en su literatura  posee una fuerza extraordinaria y una estética única. Kafka es sentimiento. Es sentirse alienado, solo, confundido, culpable. Es un autor para leer y releer. Es la modernidad.




Gustavo Godoy

Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 11 de Mayo 2018 en la Columna Entre libros y montañas




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viernes, 4 de mayo de 2018

Charles Dickens




Charles Dickens fue el escritor (en lengua inglesa) más famoso del siglo XIX y unos de los más populares de todos los tiempos. Creía firmemente que la literatura podía contribuir a mejorar los problemas del mundo. En sus escritos se denuncian constantemente los dramas de su tiempo: los males de la sociedad industrial, las deplorables condiciones laborales en las fábricas, el trabajo infantil, la discriminación de clase,  la burocracia,... Probablemente, su gran mérito como autor es haber combinado temas sumamente serios con  un tono, por lo general,  divertido. Sus historias presentan episodios cómicos, escenas emotivas, personajes pintorescos y felices desenlaces. Dickens demostró que se puede ser popular y, al mismo tiempo, profundo.

Charles Dickens (1812-1870) nació en Portsmouth, Inglaterra. Cuando todavía era niño tuvo que dejar la escuela para trabajar en una fábrica en el momento que  su padre fue enviado a prisión por no poder pagar sus deudas. Una experiencia que lo marcó de por vida, por supuesto. No contó con una educación formal. Sin embargo, durante su vida, escribió más de 15 novelas, cientos de cuentos cortos y muchos artículos de no ficción. Claramente, su infancia juega un rol muy importante en toda su obra. En sus libros, Dickens siempre nos muestra una inmensa compasión por las inocentes víctimas de  un mundo hostil. Siempre colocó personajes sumamente nobles en los más duros entornos de la Inglaterra victoriana como fábricas, orfanatos, y prisiones.

Dickens logró sensibilizar a toda una sociedad. Él, un gran luchador de causas sociales y  gran observador de los pequeños detalles de la vida cotidiana. Sus piezas más reconocidas son: Oliver Twist, David Copperfield, Grandes esperanzas, La historia de dos ciudades, Una canción de navidad,  entre otras.

Ahora, hablemos un poco de una de sus novelas más queridas: Oliver Twist. Oliver es un huérfano. Sus primeros años de vida trascurrieron en un establecimiento de beneficia bajo condiciones inhumanas. La crueldad de los encargados, las miserables raciones de comida, y la pobreza de su realidad son descritas brillantemente por el autor. El lector desarrolla de inmediato afectos hacia el héroe. Eso es por Oliver es un buen muchacho, pero, lamentablemente y por azares de la vida, le tocó sufrir incontables injusticias.

Eventualmente, Oliver escapa del orfanato, vaga por Londres e incursiona en los bajos fondos con una banda de ladrones. Pero, por suerte, luego encuentra un hogar con el señor Brownlow. Y Brownlow lo cuida por un tiempo. Pero, ya va, la historia no termina ahí. A Oliver le siguen pasando cosas. Lo bueno es todo finaliza felizmente. Oliver Twist es una novela sobre la soledad, el desamparo y la desesperación de los niños. Es una novela sobre las injusticias, la pobreza y la compasión. Una verdadera obra maestra.

En el siglo XIX, las grandes ciudades europeas experimentaron una gigantesca explosión demográfica consecuencia de la revolución industrial. En el año 1800, Londres tenía tan solo en unos novecientos mil habitantes. Y en apenas unas pocas décadas, este monto, de pronto,  subió a más de cinco millones. Los problemas sociales se hicieron sentir de inmediato. Dickens nos mostró la difícil realidad de este periodo de transición. ¡Gran trabajo!


Gustavo Godoy

Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 04 de Mayo 2018 en la Columna Entre libros y montañas



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