miércoles, 26 de junio de 2019

Jaguares venezolanos en situación “vulnerable”.



El jaguar es un animal bellísimo. No solo es el félido más grande de  América, sino también es uno de los más grandes del mundo. Es parecido al leopardo, pero el jaguar es más robusto. Se extiende del Suroeste de Norteamérica, atravesando América Central, hasta llegar al Norte de Argentina.  En Venezuela, encontramos ejemplares al Sur del Orinoco. Pero también en otros lugares, Principalmente, en la zona de los Llanos Occidentales, el Sur del Lago de Maracaibo, la Sierra de Perijá y el Delta Amacuro. En otras partes es posible verlos, pero la población es generalmente mucho menor.  Actualmente, se ve amenazado por varias razones. Primero, por la destrucción de su hábitat natural. El urbanismo y la agricultura han invadido sus espacios, renunciando así sus números significativamente. Segundo, muchos ganaderos los matan en retaliación por el ganado que estos animales a veces consumen. Tercero, los cazadores  han disminuido  considerablemente sus presas naturales. Debido a la crisis, los cazadores han aumentado bastante y esto ha tenido un efecto en el jaguar. En este momento es una especie en peligro de extinción en el país. Su situación aún no es crítica, pero sí sumamente vulnerable. Si no hacemos algo, podría desaparecer.

Es un animal solitario. Caza sus presas en embostadas. Sumamente oportunista y de mordedura poderosísima. Tiene la capacidad de perforar el cráneo de sus víctimas con relativa facilidad. Su dieta es muy variada. Come babas, tortugas, culebras, aves y mamíferos de muchos tamaños. De hábitos nocturnos. Bueno, es mucho más activo antes del amanecer. Su piel es hermosa. Color amarillo. A veces, naranja. Con manchas negras en forma de rosetas. Le gusta cazar en los ríos y los bosques de galería. De una gran versatilidad. Corre, salta y nada. De hecho, es un depredador increíble con una gran función ecológica.

En la Venezuela de los años 50, su distribución era muy amplia. Sin embargo, en las décadas posteriores, su población disminuyó considerablemente debido a su casería. El comercio pelero, por una parte. Las represalias de los ganaderos, por otra. Y la desforestación también jugó un importante papel. Estamos hablando de una reducción de más del 60% en todo el territorio nacional. Últimamente, el factor más influyen es la escasez de presas debido a la cacería. La crisis ha ocasionado un aumento de cazadores que buscan comida. Y el jaguar está pagando las consecuencias. Todos estamos pagando un precio terrible en materia de biodiversidad.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer?
Primero, es importante apoyar a los científicos. La mayoría se ha tenido que irse del país. Y los que quedan no tienen financiamiento. Las fundaciones internacionales se han ido. Y el gobierno no aporta lo suficiente. El trabajo científico es vial para la conservación. Sin científicos, estamos a ciegas. Sin investigación, no sabemos  la verdadera situación ni cómo aliviarla.

Gustavo Godoy, ciudadano.
Segundo, la educación y la aplicación de la ley. Es fundamental orientar a los ganaderos. Y entre todos insistir en la condena de la cacería y la desforestación ilegal. Explicar que la conservación no es un sueño romántico. Al contrario, tiene grandes beneficios en lo práctico.
Amigos, ayudar al jaguar es ayudarnos nosotros mismos. Salvemos el jaguar.

lunes, 10 de junio de 2019

¡El Cardenalito casi extinto! : ¿Qué podemos hacer?


Barquisimeto, Venezuela

En Venezuela, el cardenalito es un símbolo importante. El ave  aparece en las letras de las canciones y  en los libros de texto. De hecho, el cardenalito está en todos partes. Es un emblema que se asocia con la belleza y a lo local.   Después del Turpial, prácticamente es el ave nacional. Particularmente en el Estado Lara, en la zona centro occidental del país, es parte integral de la cultura popular.   Sin embargo, pocos saben que este bello pajarito en estos momentos se encuentra en peligro de extinción. En realidad, la situación es crítica. En la actualidad, solo existen de trecientos a tres mil ejemplares. Un número alarmante, sobre todo si consideramos que la población de cardenalitos en épocas anteriores llegó a ser de tres millones. Si no hacemos algo urgente, el cardenalito desaparecerá para siempre.

El cardenalito es un ave de aproximadamente diez u once centímetros de longitud. En el macho, su cabeza, sus alas y su cola son negras. Y su cuerpo es rojo con algo de blanco. En el hembra, predomina el rojo claro. De hecho, se parece mucho a un canario.  Habita casi exclusivamente en Venezuela. Sobre todo en la zona central y la zona occidental del país. Particularmente, en bosques más o menos secos de altitud media. Es un cantante potente rico en notas, pero de escaza musicalidad. Gran aficionado a las semillas. Muy curioso el cardenalito.

Según el libro rojo de la Fauna de Venezuela, editado por la ONG Provita, esta ave se ha visto amenazada desde varios flancos. Primero, por la pérdida de su hábitat natural producto de la desforestación y el crecimiento urbanístico indiscriminado. Segundo, debido a su captura y comercio ilegal. Anteriormente, el cardenalito era muy cotizado por su plumaje, que se utilizaba para confeccionar sombreros. Hoy en día, su captura es motivada por el comercio de mascotas y la hibridación con el canario para producir un canario rojo, el cual están muy de moda en el mundo canaricultor. Al parecer,  la belleza ha sido una trágica condena para el tan emblemático  cardenalito.

Ahora bien, ¿Qué se puede hacer?

Primero, apoyar  a los científicos.

Durante los últimos años, en Venezuela,  muchos científicos han tenido que irse del país debido a la crisis.  Y los pocos que quedan no tienen recursos para la investigación. Muchas organizaciones internacionales han cerrado sus oficinas y las instituciones nacionales no tienen ni la capacidad ni los fondos para hacer el trabajo. Esto quiere decir que en Venezuela se sabe muy poco de los que realmente está ocurriendo en materia de biodiversidad. Simplemente, hay muy poca gente realizando investigación científica. Los científicos necesitan el apoyo de los gobiernos y el público. Se necesitan recursos. Y en este momento no los tienen.  Donar dinero o ser un voluntario para proyectos de investigación y conservación en Venezuela es una gran contribución.
Segundo, difundir la información y condenar el comercio ilegal de mascotas.
Podemos utilizar las redes sociales para despertar interés. Todos podemos contribuir a difundir información sobre la grave situación del cardenalito.

Condenando su captura y comercialización.

Exigiéndole a las autoridades sus deberes en materia de conservación. Y explicando a los dueños de mascotas la problemática y la importancia de no adquirir una  especie en peligro de extinción.

Tercero, tomar café.

Exactamente. Así como se escucha. Tomar café.  La ONG Provita  Venezuela  ha desarrollado un proyecto de conservación  llamado “Aves y Café” que promueve el cultivo de café bajo sombra para conservar la biodiversidad en bosques y al mismo tiempo permitir mayores ingresos económicos a los caficultores de la zona de la cordillera de la costa, en el norte del país. Un café certificado como amigable a las aves se puede vender a mejores precios que el café cultivado con métodos no ecológicos. Este proyecto busca crear más espacios para las aves como el cardenalito. Y, en efecto, consumir café con este certificado (pagando lo justo)  es un gran aporte para él. En Caracas, ya hay establecimientos que venden este tipo de café.

En Venezuela, se han visto casos exitosos en materia de conservación. El caso de la Cotorra Margariteña es un ejemplo. Un proyecto también desarrollado por la ONG Provita, bajo el liderazgo del biólogo e investigador Jon Paul Rodríguez,  recientemente premiado con el prestigioso Whitley Gold Award por su gran labor. La Cotorra Margariteña ha mejorado su situación gracias al esfuerzo y dedicación de mucha gente. El Cardenalito también puede convertirse en una gran historia de éxito. Pero necesita el apoyo de todos. Y lo necesita con urgencia.

Gustavo Godoy

Este articulo fue enviado a la prensa regional y nacional.





miércoles, 5 de junio de 2019

¿Qué está pasando en el Parque Bararida?


*Foto. El Impulso de Barquisimeto.

Barquisimeto, Venezuela

El director general del Parque Zoológico y Botánico Bararida de Barquisimeto, Ramón Bastidas, aseguró en unas declaraciones dadas recientemente a los medios de comunicación social  que los animales están muy bien alimentados y todo marcha de las mil maravillas. Según Bastidas, el parque goza de un programa de alimentación óptimo bajo una estricta supervisión veterinaria y cumpliendo  con los más altos estándares internacionales. Ciertamente, un muy buena  noticia para todos los amantes de los animales y para todos los ciudadanos larenses que estiman el parque. 

Sin embargo, para muchos sus declaraciones son recibidas con gran escepticismo. Sobre todo después de las recientes  muertes, la  de la elefante africana Gira y la del poni Indio que según los comentarios extraoficiales de los mismos trabajadores del parque (y reportados por la prensa regional)  están directamente ligadas las malas condiciones del lugar. 

También tenemos las denuncias del 20 de Mayo por parte del  profesor Luis Bello, coordinador de la Fundación en Pro a la Defensa del Parque Zoológico y Botánico Bararida de Barquisimeto, que contradicen directamente lo dicho por el director. Según el profesor Bello, “Los animales están pasando hambre”. “La crisis ha golpeado fuertemente al parque”. 

¿Qué está pasando en el parque realmente? El llamado, entonces,  es a las autoridades competentes para que abran una investigación seria y sincera al respecto. A la alcaldía. A la gobernación. A los entes nacionales. Esta crisis nos afecta a todos. Seguramente, también a los animales. Pero ocultar la realidad, no es la mejor opción. Es  importante que se aclare esta  situación lo más pronto posible  para buscar la solución ya. Este es el clamor de los usuarios del parque. Un parque sumamente querido por todos.  

Gustavo Godoy, ciudadano y usuario del parque.