¿Quién demonios se cree que inventó la rueda? ¡Ah, sí! Esa gente de las cavernas que según los jóvenes de hoy no sabían ni encender un fuego sin quemarse las cejas! Resulta que ahora todo lo nuevo es mejor (siempre). ¡Claro que sí! Los 'millennials' y los 'centennials' (Gen Z) lo saben absolutamente todo, desde cómo salvar el planeta hasta cómo hacer el amor en gravedad cero. Y los pobres viejos, como nosotros, estamos tan pasados de moda que ni siquiera sabemos cómo usar un teléfono sin que nos explote en la mano. ¡Qué tiempos aquellos! Cuando la tecnología más avanzada era una piedra afilada y la mayor preocupación era que te comiera un mamut. Ahora, en cambio, tenemos que preocuparnos por los 'influencers' y los 'algoritmos'. ¡Progreso! ¡Qué maravilla!
Antes, un casete era lo más cool, y ahora nos quejamos si un video no carga en un segundo. Cada generación llega y cree que inventó todo lo bueno en el mundo. Los millennials dicen que los boomers no entienden los memes, y los boomers responden que los millennials no saben lo que es una buena siesta sin que los moleste una notificación. Es como una eterna batalla de TikTok vs. telenovelas, donde cada bando está convencido de que su forma de ver el mundo es la única correcta. ¡Y claro! Los jóvenes nos ven como un fax en la era del IA, y nosotros, los mayorcitos, pensamos que ellos son unos idealistas insensatos que se creen que van a cambiar el mundo con un hashtag. ¡¿Tan difícil es llegar temprano de vez en cuando?!
¿Será que nunca encontraremos un punto medio, o es que estamos condenados a pasar la vida discutiendo sobre si es mejor el vinilo o el Spotify?
Cada generación tiene su propia movida. Por eso es normal que cada quien vea el mundo a su manera. Mientras más diferente sea lo que viviste de chico, más difícil es ponerte en los zapatos de otro.
Los conflictos generacionales son como una eterna batalla de egos, donde cada generación cree que tiene la razón y que las demás están equivocadas. ¿Quién se cree el dueño de la verdad absoluta, eh? ¡Todos! Desde los boomers que creían que el mundo se acabaría con la llegada de los millenials, hasta los centennials que piensan que los boomers no saben ni prender un computador. ¡Es un ciclo, amigos! Es un culebrón de la vida real, con más giros argumentales que una serie de Netflix.
Y ya vienen los alphas. ¡Esos sí que son unos casos! Ya se siente el resentimiento. Apuesto a que van a crecer pensando que inventaron el internet y que todos los demás somos unos adornos de museo. Y así sucesivamente, generación tras generación, cada una creyéndose el ombligo del mundo.
¿La solución? ¡Simple! Todos somos unos idiotas. Y eso está bien. Lo importante es reírnos de nosotros mismos y aceptar que cada generación tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Al fin y al cabo, ¿quién no ha tenido una discusión acalorada con su mamá sobre la música que escucha? ¡Es parte de la vida!
Ahora, es natural que cada quien se identifique con las creencias y los valores de su generación. Válido. Pero, al mismo tiempo, somos individuos que podemos trascender, mediante la autocrítica, esos valores generacionales que a veces parecen más sagrados que un crucifijo en una iglesia. Un individuo que piensa diferente no es un traidor a su tribu, ¡es simplemente un alma libre que no le tiene miedo a un 'unfollow' en Instagram! Es un pensador crítico que puede aprender de todas las generaciones, incluso de los abuelos que creen que los jóvenes solo saben bailar reggaeton. ¡Que viva el Rock clásico!