Johannes Mario Simmel nació en 1924
en la ciudad de Viena. Durante su vida, se convirtió uno de los mejores
narradores de habla alemana y uno de los escritores más populares de la
posguerra. La obra que lo dio a conocer
fue probablemente “Me maravilla sentirme
feliz”. Esta gran novela psicológica
tiene como escenario la Viena de 1945,
durante la II guerra mundial. Siete
seres humanos han quedado sepultados en el interior de un sótano debido a una
bomba perdida.
“Éramos siete en aquella bodega, pero
los motivos que nos impulsaban no eran solo siete. Eran tan múltiples y
variados como la vida y la muerte. Nuestros ojos vean las mismas cosas y
nuestros oídos percibían los mismos sonidos pero nuestros corazones latían con
un ritmo distinto y nuestros almas resultaban extrañas entre sí. “
La joven actriz de teatro encuentra
en un desertor el amor de su vida. El sacerdote recobra su fe perdida y retoma
la confianza en Dios. La anciana cargada
de prejuicios reconoce su error y recapacita. En aquel lugar, en circunstancias
tan difíciles aún perduraban los sentimientos y la esperanza. Vivir plenamente
era posible. “Me maravilla sentirme feliz “es una novela profunda y conmovedora.
Un día uno de los personajes mientras
reflexionaba sobre su situación puedo
observar en el techo del refugio a una araña común tejiendo su trampa con gran
paciencia. En ese momento el personaje pensó que a pesar que para él era
terrible la situación ya que lo había perdido todo debido a la guerra para esa
pequeña araña era un día perfectamente
normal. La araña no comprendía las
causas de su sufrimiento. Ese refugio era su hogar y ahí lo tenía todo. La
felicidad o el sufrimiento parecen ser una cuestión perspectiva. Todo parece estar en la mente.
Somos y estamos donde ponemos nuestra
atención. La atención es reconocer algo y descartamos lo demás. Es sobre
reconocer algo como presente o existente.Por ejemplo, cuando un grupo de
personas entran a un centro comercial, cada persona ve un lugar diferente. El amante de los libros reconoce conscientemente su librería favorita y descarta inconscientemente muchas de las otras
tiendas. Seguramente, ni las recordara. Para el no existen. Para las otras personas la experiencia es
diferente. Cada uno tiene su sitio preferido para ir a comer o comprar. Los lugares con mayor relevancia personal poseen
mayor visibilidad y lo irrelevante pertenece oculto en el trasfondo de la
experiencia.
El mundo es nuestra percepción de él.
Vivimos en la subjetividad. Es nuestra construcción. De nosotros depende el
tipo de lugar que edificamos. Somos los autores de nuestro mundo. En otras
palabras, es modificable a voluntad. El cómo interpretamos todas las cosas esta
sujeto a la narrativa que escogimos relatarnos en nuestro interior. Nuestra
vida es una novela y nosotros decidimos como será escrita. Puede ser triste, Puede ser feliz. Podemos ser el héroe. Podemos ser la víctima o el villano. Con
el mismo guion de cine, diferentes directores pueden producir pelicular muy
distintas. Todo está en la mente. Lo que
ocurre con demasiada frecuencia es que esperamos que los demás validen nuestra versión
de la realidad. Fácilmente caemos en el error de
juzgar al mundo como algo externo y fuera de nuestro control.
Todo es perspectiva. La plenitud es
la actitud de aceptar con gratitud las diferentes circunstancias y
comprender lo que no tenemos ahora es
porque en realidad no lo necesitamos. Lo que es verdaderamente nuestro nunca lo perderemos y lo que podemos perder en realidad nunca fue, es, o será nuestro.
Cada uno de nosotros es responsable de
nuestra experiencia. Quienes somos, como nos vemos y el cómo valoramos el mundo
es nuestra responsabilidad. Es nuestra y de nadie más. Pon atención en lo bello
de la vida y la vida se llenara de belleza. Habla de paz, de amistad, de amor, y todo esto llegara.
Piensa en el bien. Perdona, agradece, olvida,
disfruta de lo simple. Y de repente, todo será felicidad y música.
Cada cabeza es un mundo. ¿En qué
mundo vives tú?
Gustavo Godoy
@GusGo
Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes 04 de Noviembre 2016 en la Columna Entre libros y montañas
Ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com
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