El 30 de noviembre del año 1835,
en el estado de la Florida, en Los Estados Unidos, nació Samuel Langhorne
Clemens, mejor conocido por su seudónimo, Mark Twain. Fue tipógrafo, piloto de
barco, minero, periodista, humorista y escritor. Pero sobre todo,
aventurero. Creció en un pueblito a las
orillas de río Misisipi entre praderas y barcos de vapor. A los doce años,
quedó huérfano de padre y dejó los estudios. Trabajó durante un tiempo como
aprendiz de tipógrafo en una editorial. A los dieciocho, abandonó su hogar en
busca de experiencias. Se convirtió en aprendiz de piloto de barco. Luego, en
minero. Y después, en periodista. En
1865, publicó su primer gran logro literario, La famosa rana saltarina de Calave. La obra la firmó con el nombre
de Mark Twain. La pieza fue un éxito. Desde
entonces, Twain viajó excesivamente, dio numerosas conferencias y siguió
escribiendo mucho más. Claro, hoy en
día, es mundialmente conocido por dos obras principalmente, Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las aventuras de Huckleberry Finn
(1882). En esas dos novelas nos recrea los paisajes de su infancia, en la
ribera del Misisipi. Los relatos, por supuesto, son ficticios, pero
indudablemente repletos con claras
inspiraciones autobiográficas. El humor, la picardía y la ironía son elementos
muy característicos de toda su obra.
Por muchos, Huckleberry Finn es considerada como la primera novela realmente
estadounidense. Porque nos describe un mundo nuevo que nada tiene que ver en el
mundo europeo. Nos narra la vida en el río Misisipi, en los estados de
Missouri, Arkansas y Luisiana. Su
lenguaje también es esencialmente estadounidense, utilizando expresiones propias
y desconocidas para el inglés hablado en Europa. En el libro, nos topamos con
palabras como “nigger” (negro, un término hoy considerado despectivo), por
ejemplo. También palabras como “hell” (diablos)
que le han traído a la obra algo de controversia entre los críticos. Por
supuesto que el libro no es un texto racista ni vulgar. En realidad, es una
narración simplemente muy autentica, espontánea y coloquial que refleja su
tiempo con un sesgo sumamente irónico.
Su lectura es magnífica. Es
poderosa, emotiva y sincera. Un verdadero placer. Su humor es muy
estadounidense pero de una genialidad muy universal. Su crítica social, muy
profunda y avanzada. En muchos países, sus novelas son categorizadas como
literatura juvenil. Pero es un error.
Huck Finn y Tom Sawyer ocupan un lugar entre los grandes de la
literatura de todos los tiempos. Están a la par de Ulises, Don Quijote, Hamlet
y Fausto. Los personajes de Twain son sinónimo de independencia, libertad y rebeldía.
Representan esa combinación perfecta entre la libertad interior y la integridad
moral; y nos hablan del conflicto entre la nobleza humana y la civilización,
tan llena de prejuicios y ataduras. Mark
Twain es una verdadera maravilla. Leerlo es una gran aventura.
Gustavo Godoy
Artículo publicado en El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 25 de Mayo 2018 en la Columna Entre libros y montañas
ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com