Stendhal (1783-1842), escritor
francés, adoraba teorizar sobre el amor. Sus ideas en torno al amor, de hecho,
son muy interesantes. Tan interesantes
como abundantes. Evidentemente, el tema lo apasionaba. Y estimulaba enormemente
su vocación de pensador. Sin embargo, nada supera su talento como literato. Es
en su literatura donde él realmente brilla. Su obra central: Rojo y Negro
(1830). Indudablemente. Es una novela en esencia realista (un realismo
temprano) que nos hechiza con la complejidad psicológica de sus personajes. En
la obra, vivimos las teorías amorosas de Stendhal, sobre todo el proceso de
“cristalización”. El proceso de cristalización, identificado por el autor, para
ilustrar los pasos psicológicos del enamoramiento. En otras palabras, la
descripción de la trasformación que toman lugar en la mente de las personas para
poder construir, de modo progresivo, sentimientos amorosos que van de la
indiferencia hasta el amor total. En Rojo y Negro, la teoría se trasforma en
vivencia.
Julien Sorel, profesor de latín, un joven de origen humilde, inexperto e
inseguro, se propone seducir a la esposa del alcalde de la ciudad de Verrieres.
En realidad, Julien no está enamorado de
la señora Renal. La conquista es planteada como un acto necesario, acto impulsando
por un terrible complejo de inferioridad y un fuerte deseo de ascenso social.
Sus primeros intentos fracasan. Es la inexperiencia. Julien sabe muy poco de
mujeres. Y su ineptitud lo lleva a cometer numerosas torpezas. Ah, Julian es miembro del clero.
Luego de que todas sus tácticas
han fallado, Julian (muerto de miedo) decide
visitar, una madrigada, la recamara de la señora. Es rechazado bruscamente.
Humillado, rompe en llanto. La mujer se conmueve y se convierten en amantes.
¿Cuál es el problema de Julien?
Él, el hijo de un carpintero rural,
anhela por encima de todas las cosas llegar hasta lo más alto de la
sociedad. Napoleón Bonaparte le sirvió de modelo. Sin embargo, en épocas de paz
la carrera militar no le brindaría a Julian mayores resultados. Entonces,
escoge la carrera eclesiástica. Allí existen mejores oportunidades. ¿Su estrategia? Conquistar damas de la alta
sociedad.
Después de su amorío con la
señora del alcalde de Verrieres, Julian se dirige a Paris en busca de la
cumbre. Se convierte en secretario particular del Marques de Mole. Y allí se
encuentra con Mathilde, la hija rebelde del noble. La muchacha queda fascinada
con el joven. Y eventualmente llega a ser el segundo triunfo de nuestro curioso
protagonista. Después de varios enredos, avances y retrocesos, finalmente
Mathilde queda embarazada. Ella convence a su padre para que conceda a Julien
un título nobiliario. ¡Éxito! El hijo del carpintero ha alcanzado su objetivo.
Pero, justo en el momento menos
indicado, llega una carta que mancha su
reputación. La autora es la señora de Renal que ha desenmascarado al joven
ambicioso. Julien regresa a Verrieres, poseído por la rabia, y dispara una bala
contra la señora de Renal mientras esta se encontraba rezando en la iglesia.
Solo la hiere, pero Julien es condenado a la muerte.
Rojo y Negro. El amor y la
muerte. Una obra sobre un héroe lleno de contracciones. Una historia sobre el
oportunismo, la ambición, el cálculo y la
ingenuidad. ¡Fascinante! Literatura
francesa en su máxima expresión.
Gustavo Godoy
Artículo publicado en El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 14 de Junio 2018 en la Columna Entre libros y montañas
Artículo publicado en El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 14 de Junio 2018 en la Columna Entre libros y montañas
ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com
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