Charles Dickens fue el escritor (en lengua inglesa) más famoso del siglo XIX y unos de los más populares de todos los tiempos. Creía firmemente que la literatura podía contribuir a mejorar los problemas del mundo. En sus escritos se denuncian constantemente los dramas de su tiempo: los males de la sociedad industrial, las deplorables condiciones laborales en las fábricas, el trabajo infantil, la discriminación de clase, la burocracia,... Probablemente, su gran mérito como autor es haber combinado temas sumamente serios con un tono, por lo general, divertido. Sus historias presentan episodios cómicos, escenas emotivas, personajes pintorescos y felices desenlaces. Dickens demostró que se puede ser popular y, al mismo tiempo, profundo.
Charles
Dickens (1812-1870) nació en Portsmouth, Inglaterra. Cuando todavía era niño
tuvo que dejar la escuela para trabajar en una fábrica en el momento que su padre fue enviado a prisión por no poder
pagar sus deudas. Una experiencia que lo marcó de por vida, por supuesto. No
contó con una educación formal. Sin embargo, durante su vida, escribió más de
15 novelas, cientos de cuentos cortos y muchos artículos de no ficción. Claramente,
su infancia juega un rol muy importante en toda su obra. En sus libros, Dickens
siempre nos muestra una inmensa compasión por las inocentes víctimas de un mundo hostil. Siempre colocó personajes sumamente
nobles en los más duros entornos de la Inglaterra victoriana como fábricas,
orfanatos, y prisiones.
Dickens
logró sensibilizar a toda una sociedad. Él,
un gran luchador de causas sociales y
gran observador de los pequeños detalles de la vida cotidiana. Sus
piezas más reconocidas son: Oliver Twist, David Copperfield, Grandes
esperanzas, La historia de dos ciudades, Una canción de navidad, entre otras.
Ahora, hablemos un poco de
una de sus novelas más queridas: Oliver Twist. Oliver es un huérfano. Sus
primeros años de vida trascurrieron en un establecimiento de beneficia bajo
condiciones inhumanas. La crueldad de los encargados, las miserables raciones de
comida, y la pobreza de su realidad son descritas brillantemente por el autor. El
lector desarrolla de inmediato afectos hacia el héroe. Eso es por Oliver es un
buen muchacho, pero, lamentablemente y por azares de la vida, le tocó sufrir
incontables injusticias.
Eventualmente, Oliver escapa
del orfanato, vaga por Londres e incursiona en los bajos fondos con una banda
de ladrones. Pero, por suerte, luego encuentra un hogar con el señor Brownlow. Y
Brownlow lo cuida por un tiempo. Pero, ya va, la historia no termina ahí. A Oliver
le siguen pasando cosas. Lo bueno es todo finaliza felizmente. Oliver Twist es
una novela sobre la soledad, el desamparo y la desesperación de los niños. Es
una novela sobre las injusticias, la pobreza y la compasión. Una verdadera obra
maestra.
En el siglo XIX, las grandes
ciudades europeas experimentaron una gigantesca explosión demográfica
consecuencia de la revolución industrial. En el año 1800, Londres tenía tan
solo en unos novecientos mil habitantes. Y en apenas unas pocas décadas, este
monto, de pronto, subió a más de cinco
millones. Los problemas sociales se hicieron sentir de inmediato. Dickens nos
mostró la difícil realidad de este periodo de transición. ¡Gran trabajo!
Gustavo Godoy
Artículo publicado en El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 04 de Mayo 2018 en la Columna Entre libros y montañas
ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com
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