domingo, 25 de agosto de 2024

De Einstein a TikTok: La googlelogia de la insensatez

 


Antes, para poder opinar sobre la teoría de la relatividad o la mecánica cuántica, tenías que ser alguien con un doctorado, el cabello despeinado y una barba de tres días, en un cuarto lleno de libros y pizarras. Ahora, después de un TikTok y un café con leche, ya eres un experto en multiversos y agujeros negros. 


Nos anotamos por la democratización del conocimiento, pero nos ganamos la revolución de la estupidez. ¡Bingo! El premio es una entrada para una fiesta de cumpleaños donde todos traen su propio pastel. Lo que pasa es que el pastel está hecho de pura paja y plumas.  

En la era de la 'post-verdad', donde los hechos son opcionales y las opiniones son absolutas, no sorprende que alguien que no sabe ni sumar se atreva a desafiar a un premio Nobel. ¡Confía en mí, lo leí en un meme! Después de todo, quién necesita pruebas cuando tienes un perfil en Instagram. 

Un tipo dice que la Luna es un queso suizo gigante y que las vacas son espías extraterrestres enmascarados de bovinos. Y la gente lo sigue como si fuera el nuevo Mesías. ¿Qué sigue? ¿Qué los dinosaurios todavía existen, pero trabajan en Starbucks? El mundo está lleno de genios, y algunos incluso tienen público. ¿Qué será lo próximo? ¿Que los políticos son honestos y que los lunes son divertidos?

El pensamiento crítico es como hacer dieta: todos hablan de hacerlo, pero nadie realmente lo practica. Es decir, hasta que se dan cuenta de que la pizza de piña no es una buena idea.

Tener una opinión muy fuerte sobre algo que no entendemos es como estar seguro de que puedes volar después de ver a Superman en una película.

Ahora la verdad absoluta se encuentran en los comentarios de un meme. Al final, la única verdad que parece importar es la que nos hace sentir bien, aunque sea tan absurda como creer que los reptilianos controlan el mundo o que Bad Bunny canta mejor que Adele.

Hemos pasado de la era de la razón a la era de la irracionalidad social. Así que la próxima vez que alguien te diga que la Tierra está sostenida por una tortuga gigante y que todo lo leemos en internet es automáticamente cierta, no te sorprendas. Después de todo, ¿quién necesita pensamiento crítico cuando tienes una teoría de conspiración y una conexión Wi-Fi? 

Gustavo Godoy




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