viernes, 31 de marzo de 2017

Hogar






Llegar a descifrar  totalmente las misteriosas razones detrás mi naufragio siempre sera una  aventura sumamente intrincada.  Ahora todo se resguarda en un laberinto de dudas, acertijos y borrosos recuerdos. El destino siempre tan enigmático tiene sus maneras. Y a veces la mejor arma para superar el pasado es aceptarlo. El hombre no se define por lo que le ocurrió. El hombre se define por las respuestas que elige ante el mundo que le tocó vivir. Después de una tormenta, siempre el peor error  es caer en el mar de los  lamentos. Mucho más sabio es mantener la calma y levantarse de nuevo para volver a ver el cielo azul.  La esperanza no siempre es la mejor  previendo  el futuro, comprendiendo el pasado ,o develando el presente. Pero si es una excelente y noble  guia. Cuando uno está perdido , lo primero no es  saber  en dónde uno está. La prioridad es saber a donde uno quiere ir. Y siempre el mejor lugar para estar es junto a la persona que te hace sonreir. El  puerto más cálido y seguro es donde está el corazón. Lo cierto es que estoy perdido y ahora debo emprender el largo camino hacia mi hogar. Es tiempo de ir a casa.

El reloj se mueve en el momento que comenzamos a vivir. Antes de eso, nada sucede  y todo permanece suspendido en el aire y sin moverse como las estatuas.  Solo cuando arrancamos es que se rompe el hechizo. Así como se rompen las burbujas de jabón.   Los sabios insisten en señalar que no existe amuleto más poderoso durante un largo viaje que  la paciencia. Sin paciencia no se llega a ningún lado. La tortuga de la fábula aunque lenta llega más lejos que la liebre porque sus pasos son firmes y certeros. La divagación al igual que el desespero son las madres de todos los retrasos.  Mientras más ansiosos estemos por alcanzar  nuestro destino , más lentos debemos ser. La vía es generosa cuando se navega con cuidado.  Los torpes siempre llegan tarde.

Ningún lugar esta lejos para quien tiene un anhelo. Nada impulsa más que un querer. Un hombre puede renunciar a todo. Puede abandonarlo todo. Hasta puede cambiar de nombre, de país ,o de Dios. Pero nunca podrá olvidarse de aquello que realmente le apasiona. Un hombre enamorado de su sueño es imparable. Tarde o temprano, conquistara  la costa. Sin embargo, también es cierto que los obstáculos serán inevitables. Nunca es bueno confundir la esperanza con la ingenuidad. Encontrarse con piedras en el camino  es lo más natural del mundo. En realidad, no hay razones para sorprenderse. La solución simplemente es sacudirse el polvo y seguir luchando.

Para todo viajero de largas distancias,  los primeros molinos que debe combatir son el miedo y los prejuicios. Estos muros no dejan ver el final de nuestra travesía. Y son los que crean las verdaderas distancias entre donde estamos y donde merecemos estar. Pero de algún modo, hay que ingeniárselas para tener fe. Para lograr un objetivo, es fundamental  creer con anterioridad que ese objetivo puede ser nuestro. Una vez que nos damos cuenta que nosotros mismos somos los creadores de nuestros propios problemas ya medio camino está andado. El resto es cuestión de tiempo y voluntad. A veces la mejor manera de limpiar el sendero es prendiendo fuego a  las malas hierbas que habitan en  el alma. Siempre es mejor viajar ligero. El peso innecesario debe dejarse atrás.

Espero por los tiempos cuando no tenga que escribir más cartas. Espero poder cruzar todos los puentes y recorrer todos los caminos. Espero ganarle a mis temores.  Espero llegar algún día a  mi casa. Espero que sea tan bonita como en mis sueños.  Espero besarte al llegar y decirte: ¡Hola, amor! Mi hogar eres . Solamente tú.




Gustavo Godoy




Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el viernes  31 de Marzo 2017 en la Columna Entre libros y montañas



ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com

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