La obra de Julio Cortázar se
destaca por poseer un marcado elemento lúdico. Sin lugar a dudas, era un autor
amante de la travesura literaria. Además, tenía la gran capacidad de descubrir
lo fantástico en medio lo cotidiano. Y este atributo mágico y paradójico que él
podía ver en la realidad lo plasmaba en el papel con su particular lenguaje
poético. Escribía como jugando, como coqueteando con guiños y sonrisas. Para
nada convencional, para nada solemne. Innovador. Original. Maestro del cuento.
A veces surrealista. Siempre fluido y despreocupado. Quien lo lee queda
con la grata sensación de que para él la escritura era pura diversión. En fin,
era un escritor excepcional.
Cortázar nació en Bruselas en
1914, el día que el káiser y sus tropas invadieron Bélgica. Su padre trabajaba
allá para entonces, desempeñaba cierta función relacionada con la diplomacia.
Luego, a los 4 años la familia regresó a su país de origen, Argentina. Julio,
allí,creció y estudió. Eventualmente, obtuvo un profesorado en letras. Y
durante 5 años fue maestro rural y profesor de literatura. En 1951, se trasladó
a Paris donde vivió el resto de su vida. Murió en 1984.
La imagen que comúnmente se
tiene de Cortázar es la de un hombre muy alto, con barba, anteojos y
cabello negro mediamente largo. Casi siempre con chaqueta y aire relajado.
Fumando un cigarrillo, tal vez. Su rostro nunca llego a revelar su verdadera
edad. Era mucho mayor de lo que aparentaba. Y cuando hablaba, al igual que
Alejo Carpentier, pronunciaba la erre a la francesa. Ese acento no lo
adquirió en Francia. Hablo así desde que comenzó a hablar.
Era un sujeto muy
interesante. Le encantaba la música, en especial el jazz. Tocaba la trompeta y
tenía una enorme colección de discos. Era aficionado a los viajes, a la
fotografía, al boxeo, a los museos, a la naturaleza, a pasear sin
rumbo fijo y a los eventos extraordinarios. Era dueño de una
furgoneta llamada "Fafner “, una gata de nombre " Franela"
y una casa de campo en Saigón.
Se destacó como traductor por
muchos años. Tradujo toda la obra de Edgar Allan Poe, del inglés.
Pero también tradujo a otros. En la UNESCO, trabajó por mucho tiempo como
traductor.
Sentía una gran admiración
por Jorge Luis Borges. Borges publicó su primer cuento cuando éste
dirigía la revista Los Anales de Buenos Aires. Junto a García
Márquez, Carlos Fuentes y Vargas Llosa fue uno de los protagonistas del boom de
la literatura latinoamericana de los años 60. Mi predilecto, por cierto.
También fue activista de izquierdas. Luego, de su viaje a la India, desarrolló
un profundo interés por la lucha política. Apoyó la revolución cubana y a
Salvador Allende en Chile. Pero sobre todo, se sumó a la causa de los
Sandinistas en Nicaragua.
¿Quién fue Julio Cortázar? No
lo sé exactamente. Como él decía, toda biografía es una colección de meras
conjeturas. Pero su obra esta ahí. Julio está en Bestiario, en Un tal Lucas, en
Libro de Manuel, en Los Reyes, en Historias de cronopios y famas, en Rayuela.
El escritor está en sus libros.
¡Julio Cortázar! Para
mi, eterno compañero y amigo. Se te quiere, cronopio.
Gustavo Godoy
Artículo publicado en El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 22 de Diciembre 2017 en la Columna Entre libros y montañas
ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com
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