viernes, 25 de septiembre de 2015

La economia de lo humano




 El economista inglés Kenneth Boulding  dijo en una oportunidad  “Quien
crea que el crecimiento exponencial puede durar eternamente en un
mundo finito, o es un loco o es un economista” Ciertamente, el
pensamiento económico vigente está totalmente disociado de la
realidad. Las economistas  son los seres más desacertados en casi
todos los temas económicos que existen.

Por todos lados, vemos señales que nos indican que algo anda mal.  La
humanidad necesita  con urgencia nuevos modos de proceder.   La
economía requiere  un cambio estructural porque el sistema  actual
quita más de lo que da, no solo a la sociedad sino también  al
planeta.   Un  estilo de vida más humano  necesita  eliminar las
atracciones  y enfocarse en  lo verdaderamente importante.Simplemente,
  hay que volver  a los principios y   establecer  la sensatez.

 La economía mundial sufre de grandes fallas sistémicas. La sociedad
industrial contemporánea  está basada en el consumo  de recursos no
renovables.  Por lo tanto, es un sistema insustentable en el tiempo.

 La gran crisis económica mundial del año 2008 fue un aviso de lo
inadecuado del presente sistema.  El aumento demográfico mundial,  el
crecimiento de la clase media  y  el creciente consumo de los países
emergentes como China e  India aumentaron  la demanda. Al mismo
tiempo, los  inventarios decrecientes de las materias primas  y  malas
cosechas debido al cambio climático redujeron  la oferta. En
consecuencia, un alza de los precios a nivel global  fue inevitable
principalmente en los rubros: petróleo,  cobre y  alimentos.  En
Estados Unidos,  esta inflación sumada al estancamiento de los
salarios,  la cultura del  consumo ostentoso,  la adicción al crédito,
y la avaricia corporativa generaron una  crisis en el sector
financiero  estadounidense  que produjo  a una recesión generalizada
que causo estragos  por  todo el planeta.   Nuevas maneras de actuar
a  nivel mundial  son necesarias porque este sistema  no puede
mantenerse por mucho tiempo más.

Ciertamente, el hombre de hoy es demasiada inteligente como para ser
capaz de vivir sin sensatez.  Una vida prudente  determina que es lo
verdaderamente valioso  y suficiente. La esencia del progreso no está
en el incremento constante  de las necesidades materiales sino en
buscar el desarrollo de las capacidades y los poderes humanos a
través de la actividad creadora.  El fomento de las necesidades es la
antítesis de la sabiduría y la libertad porque  tienden a incrementar
nuestra dependencia. Realmente,  el carácter verdaderamente humano no
considera  las cosas más importantes que la gente y el consumo más
importante que la actividad creadora. No hay que confundir calidad de
vida con el nivel de consumo.  Lo ideal  sería la obtención del máximo
bienestar con un mínimo de consumo dado que el consumo es meramente un
medio para el bienestar humano.

 La realización de la personalidad se alcanza por la expresión activa
de su potencial en el proceso de creación. Los modelos establecidos
deben ser sustituidos por modelos mejores y  la tendencia hacia lo
mecánico, aparatoso, extravagante  deben ser remplazada por lo
orgánico, elegante y bello. La prosperidad llegara a todos cuando  el
trabajo llegue ser visto como un proceso creador y  cuando todos
tengamos la oportunidad de crear prosperidad   por nosotros mismos de
manera directa. Un modelo económico bueno  está orientado a crear
condiciones favorables al desarrollo  de las personas, no de los
objetos materiales.

  Toda actividad económica debería estar provista  de un sentido
ético.  Los sistemas económicos actuales  necesitan un cambio de
orientación. Este tren sin frenos debe transformarse a través de   una
nueva  ética de trabajo basada en la creatividad y la moderación.  El
apetito voraz que quiere  consumirlo todo a su paso debe ser
sustituido por el afán de contribuir a crear un mundo más humano y
mejor.
Confía en ti. Busca el mejoramiento de las cosas. Cambia  tu televisor
por un huerto,  los centros comerciales por bibliotecas y la lotería
por un abrazo. Fomenta las ideas, el arte, la música, las buenas obras
y la amistad.  Crea paz, felicidad, prosperidad y  progreso.  Cree en
un futuro hecho por ti.


Gustavo Godoy

Articulo publicado por el Diario El Tiempo de Valera , Viernes 26 de septiembre de 2015 en la columna Entre libros y montañas

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