viernes, 30 de diciembre de 2016

La extrema derecha y el mundo de hoy





Las corporaciones multinacionales se han beneficiado enormemente con la gigantesca y acelerada desregulación de las últimas décadas en todo el globo. El acceso a los grandes capitales, los mercados abiertos, los bajos salarios y los  paraísos fiscales han creado las condiciones perfectas para una descomunal concentración de riqueza en la mano de pocos. Los precios de producción han bajado, pero también es cierto que  la clase media en los EEUU y Europa ha sido  fuertemente golpeada durante este mismo periodo debido a que los sueldos nunca mejoraron para ellos. Las nuevas tecnologías, el constante flujo de inmigrantes, el debilitamiento  de los sindicatos y  la mudanza de las   fábricas  hacia sitios donde la mano de obra es mucho más económica han logrado que esto sea así.

En EEUU y Europa, las cosas no andan muy bien para la clase media. Sin embargo,   los medios y los partidos tradicionales no han abordado el asunto con seriedad.  Olvidándose de la gente común, los liderazgos  de las dos tendencias  predominantes (centro-derecha, centro-izquierda)  han acordado llevar a cabo las mismas políticas y defender el status qo consensuando un centro político común.  Wall Street (la elite corporativa) y los lobbys  se han apropiado de la clase política en el poder. Debido a esto, la insatisfacción es global. 

Este sentimiento anti-establecimiento es genuino y justificado. Sin embargo, el sistema está diseñado para evitar cambios radicales.  No presenta alternativas reales.  Es muy difícil romper con estas estructuras de poder para el ciudadano de a pie por los canales regulares. Eso obviamente es muy frustrante y despierta profundas desconfianzas.  Todo esto está ocurriendo en un momento cuando el mundo está atravesando la crisis ambiental,  la amenaza nuclear, guerras en el Medio Oriente, tensiones globales, el problema migratoria  y un colapso bancario a la vuelta de la esquina. Y como si fuera poco, tener hoy acceso a información fidedigna es cada vez más difícil.  El debate público se ha tornado  cada vez más superficial olvidase de los hechos y la evidencia , por un lado, e ignorando los  temas realmente importantes para centrandose en lo banal  , por el otro.

Esta frustración  acumulada está siendo capitalizada por populistas de extrema derecha cuyo discurso fantasioso  está basado en un nacionalismo obtuso y un sensacionalismo irracional.  El reciente triunfo de Trump en EEUU,  el éxito del Brexit en el Reino Unido y la victoria del no en el referéndum en Italia han sido eventos asociados con este nuevo fenómeno. Algo que también está muy presente en Francia, Holanda,  Austria, y Alemania, poniendo incertidumbre en el futuro de la  Unión Europea.

Estos “héroes del pueblo” han encontrado simpatía en el trabajador cuello azul,  el campesinado  y los desencantados.  En términos generales, las zonas más vulnerables a los cantos de estos personajes tienden a ubicarse en las áreas menos desarrolladas como el campo y las pequeñas ciudades. Generalmente, las personas en estos lugares tienden a ser  más conservadoras,  menos multiculturales, más viejas y relativamente  menos educadas que los habitantes  de las grandes ciudades. Debido a  su pérdida en importancia en estos nuevos tiempos de “diversidad, libertinaje y caos urbano”, la nostalgia, el  resentimiento, el nacionalismo y los deseos por mayor orden han invadido a estos sectores tradicionales.

El  descontento  se ha refugiado en la extrema derecha en gran parte  porque  la izquierda es débil y está sumamente fragmentada.  Obama resultó una desilusión (para muchos) ; el progresismo en Grecia y  España no generan la suficiente confianza; y las divisiones internas no han dejado construir una alternativa viable.  Por otro lado, la izquierda ha perdido su base tradicional porque  han preferido a los jóvenes profesionales y a las minorías de las grandes ciudades (beneficiados por la globalización) donde una economía posindustrial está enfocada más en las finanzas, la tecnología informática y los servicios,  abandonando así al movimiento laboral ( Prejudicados por la globalización) Esto fue un error de la izquierda.


Estamos viviendo  tiempos oscuros. Por lo que  estamos viendo en estos primeros años, al parecer este siglo será uno bastante largo. Tomará mucho de nuestro esfuerzo poder  superar las divisiones,  la polarización y las tensiones.  


Gustavo Godoy


Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en varios países el viernes  30 de Diciembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas

viernes, 23 de diciembre de 2016

El nacionalismo





Los nacionalistas asumen que nuestro planeta está dividido en  pequeños lugares  separados por fronteras muy bien definidas. Se cree que las personas que han nacido dentro un lugar en particular comparten una identidad común  con todas las personas del mismo lugar y del igual modo  se diferencian de las personas nacidas en otros lugares.  Según los nacionalistas, es el deber de cada individuo amar y defender el país que le toco nacer. El nacionalismo es la noción en la cual  una persona pertenece a un grupo específico dentro  un lugar específico. En este caso, el destino del individuo está predestinado por su origen.  Por lo tanto, su personalidad, su lealtad  y sus gustos deben limitarse a  la realidad colectiva predominante  dentro  de la estructura nacional. Todo aquello que esta fuera de estas fronteras artificiales es considerando como ajeno, extranjero y en cierto modo irrelevante. Dentro de esta ideología, el patriotismo  es estimulado por las instituciones nacionales  y existe la inclinación de creer  que el país donde uno nació es el mejor, el más bello, y  el más noble entre todos los países. El primer deber es defender el interés nacional y alejar las influencias externas. Las expresiones de orgullo nacional son comunes en el mundo. Las personas rinden homenajes a sus  banderas  y cantan sus himnos con gran sentimiento como muestras de amor y pertenencia.  No es raro que la gente manifieste públicamente el orgullo de ser estadounidense, inglés, francés, alemán, italiano, ruso, chino,  español o colombiano y de vez en cuando disfrute  gritar: “Somos número uno” o expresar frases como: “Definidamente, este es el país más bello del mundo”

El nacionalismo desde sus inicios estuvo estrechamente  ligado  los conceptos  de raza,  estado y territorio. Entonces, por lo general el nacionalista promueve  la idea de pureza, orden, y espacio propio.  En la actualidad,  es un fenómeno tan arraigado en la sociedad moderna que es visto como algo natural e incluso deseable. Sin embargo, este es  una construcción sociopolítica relativamente reciente difundida sistemáticamente por todo mundo como una de las  doctrinas angulares  del  imperialismo Europeo. El nacionalismo inicialmente fue creado como una política de estado para apoyar a los monarcas de la época con sus planes de dominación. Ahora es algo común y normal, pero eso no siempre fue así. Por ejemplo, en el siglo XVIII, sobre todo en Francia, empezó a crecer un fuerte entusiasmo  por los pueblos diferentes y extraños existentes  más allá de las fronteras europeas. Las personas cultas anhelaban captar espiritualmente todas las culturas del planeta en la forma de un nuevo humanismo que se difundió por toda la  Europa del periodo. El arte de otras latitudes era valorado y admirado. Las personas se interesaron por las pinturas orientales, las costumbres de los aborígenes,  los idiomas foráneos  y los paisajes de tierras ajenas. Los extranjeros no eran considerados como un peligro o molestos intrusos, sino como seres humanos de igual valor. El provincialismo heredado de la edad media se sustituyó gradualmente por una  visión mucho más universal y cosmopolita que antes. Eso lo podemos apreciar hoy muy fácilmente en la literatura de la época.  Este movimiento dio la bienvenida a un sentido de fraternidad planetaria,  un genuino deseo por aprender de los demás y la querencia por disfrutar la diversidad de la humanidad. Con el tiempo, este progreso humanista se vio entorpecido con la implementación de los estados nacionales y el imperialismo europeo que comenzó en el siglo XIX. Hoy en día  todos los países modernos se rigen prácticamente bajo el sistema de estado-nación desarrollado en Europa.

La unión artificial  entre  sangre, ley y geografía tiende a producir un peligroso efecto psicológico en el individuo.  La persona al  fusionar su  carácter individual al carácter nacional  se  ve  tentado a creer que debe colocar a  su pequeña tribu  por encima de la humanidad, que debe aceptar los valores de sus paisanos por encima de los principios de verdad y justicia, y que debe considerar  a su diminuta provincia como el mundo entero. No podemos ser tan estrechos y miopes.

En realidad, el individuo es una mezcla única que no se puede etiquetar. De hecho,  la humanidad es una; y su país es el planeta todo. 


Gustavo Godoy

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en varios países el viernes  23 de Diciembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas

Ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com 

viernes, 16 de diciembre de 2016

Sobre la rabia y la frustración



Debemos reconocer que el mundo es un gran hospital de locos.  Si sometemos a la persona común a una detallada evaluación psicología, con toda probabilidad el diagnostico no sería muy alentador.  Tan solo basta tener  cierto contacto con otro ser humano para verse expuesto a una serie de   males. Todos los días nos encontramos por lo menos con un grosero, un abusador, un impertinente, un aburrido, un tramposo, y un hampón.  Las cosas por lo general tienen su grado de dificultad y los obstáculos son lo más común de este mundo.  En muchas ocasiones nuestros planes no se desarrollan como los planificamos. La gente se muere. La gente se enferma. Los accidentes ocurren. Los proyectos fracasan. Las cosas se dañan.  Y las personas no siempre actúan de la mejor manera. Esto es así. La realidad es muy cambiante y pocas cosas perduran para siempre. Lo cierto es que la fortuna es una diosa que unas veces  trae nuevas noticias pero otras veces  no. Sin embargo, cada vez que enfrentamos un revés, este nos sorprende.  Como si estuvieramos bajo el efecto de un encantamiento, toda noción de realidad es olvidada y creemos que el mundo para nosotros siempre será color de rosas. A la luz de la abrumadora evidencia, ya es hora que reconocer que en términos generales el mundo no es del todo perfecto.

El filósofo romano Seneca nació en la ciudad de Córdoba, Hispania en el año 4 A.C pero creció en Roma donde fue entrenado en retórica y filosófica. Por algunos años, sirvió como consejero del emperador Nerón en un periodo cargado de complicaciones para el Imperio Romano. Lamentablemente, Seneca fue incriminado  en un fallido complot en contra del emperador. Debido a esto fue  sentenciado, probablemente siendo inocente,   a ser el verdugo de su propia muerte. Durante su vida, Seneca escribió numerosos ensayos filosóficos, algunas tragedias, una sátira y muchas cartas sobre asuntos  morales. En sus escritos,  abordo en gran medida los temas tradicionales del estoicismo. Su estilo es claro y sumamente profundo. Su reputación como hombre de sabiduría ha perdurado a través de los siglos como pocos.

Uno de los escritos más interesantes de Seneca es “De ira”. Este es un estudio escrito en latín que busca ayudar a todo aquel que quiera controlar la rabia, la indignación y otros males por medio de la razón. Seneca decía que la rabia y la frustración son la consecuencia de un error en nuestro juicio.  En otras palabras, estos sentimientos son el producto directo de nuestra falsa compresión de la realidad. La rabia y la frustración nacen cuando nuestras expectativas no se cumplen. El conflicto yace en la disparidad que existe entre nuestro deseo y la realidad. A menudo mantenemos suposiciones irrealistas. Formamos  creencias y tómanos decisiones tratando de complacer nuestros anhelos y no  prestamos suficiente atención a la evidencia, a la razón o a la realidad.

La mayoría de las personas sufren  de  un excesivo optimismo ingenuo.  Colocan todas sus esperanzas en eventos externos  y solo esperan resultados positivos. Esto no es muy sensato. Como ejercicio mental, probablemente es razonable  ser un poco más pesimista, porque es una garantía que en algunos momentos las cosas no resultan como las esperamos.  Eso no significa desear que lo malo ocurra o ser un conformista empedernido. Es solo que el mundo  inevitablemente trae consigo   tanto lo bueno como lo malo y es sensato preparase también para aceptar lo malo con naturalidad.


Los retos en la vida deben ser asumidos con paciencia, esfuerzo y buen juicio, no con pensamientos ilusorios y ceguera.  Debemos estar claros.  El mundo y las personas tienen sus  fallas.  Las  decepciones  serán algo común.  Los contratiempos son parte del juego y hay que asumirlos con sentido de humor.  Si queremos sobrevivir en este mundo, debemos aceptar que las espinas también es parte de la vida.

Gustavo Godoy

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en varios países el viernes  16 de Diciembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas

viernes, 9 de diciembre de 2016

El camino de la melancolia






En la vida no todas las historias tienen felices desenlaces. El tiempo pasa y seguramente nos encontraremos en situaciones que decepcionarán nuestras expectativas. Hay momentos cuando parece que el sufrimiento  es mucho más fácil de alcanzar que la felicidad. Hay tiempos cuando los sentimientos negativos parecen que nos atacan por todas partes y  la dicha se torna demasiada frágil y evasiva. La dura verdad  es que la derrota es parte de la vida. Y de vez en cuando es sano simplemente aceptar dignamente que en ocasiones  nuestra vida no coincide con nuestros sueños. A veces es necesario retirarse en silencio y admitir que las cosas no resultaron como las deseamos.  Basta  con escuchar una vieja canción melancólica o leer alguna  frase trágica en una gran novela para realizar curiosamente  que este estado de ánimo  nos toca profundamente.  A veces, de manera inexplicable para nosotros, se siente bien estar triste.

La melancolía es la condición humana comúnmente asociada con nuestra reacción ante la pérdida, el desamparo y la desilusión. En cierto modo, el termino se confunde a la emoción que comúnmente  llamamos tristeza. Normalmente, la melancolía se  entiende como una condición desagradable y de función desconocida que debemos evitar como si fuese la peste. Sin embargo, esto podría ser explorado con mayor hondura.

Según el viejo sistema de la medicina griega, la melancolía era uno de los cuatro líquidos básicos dentro de nuestro cuerpo que controlaban directamente nuestra salud. Se pensaba que las enfermedades tanto físicas como mentales eran producto de un desequilibrio entre estos fluidos llamados humores. El famoso médico de la Grecia antigua Hipócrates pensaba que la melancolía  era causada por el exceso de la bilis negra en nuestro organismo. Esta sustancia estaba relacionada con el elemento tierra, la estación del otoño, y el planeta Saturno. Una persona que en cuya configuración interna predominara este fluido desarrollaba una disposición melancólica. Las personas con este  temperamento manifestaban características como la seriedad, la introspección y la desconfianza. Buscaban la soledad hastiadas por las injusticias y las crueldades del mundo.

La medicina moderna ha desplazado la antigua teoría de los humores. Sin embargo, en el mundo del arte  en cierto modo aún perdura. En la Inglaterra del siglo XVI algunos autores comenzaron un culto a la melancolía. La condición se puso de moda y de repente  el sentimiento melancólico se vio asociado a los sabios, a los intelectuales y a los artistas  como una marca de genialidad. La melancolía se  asumió  como el estado ideal para la reflexión y la contemplación espiritual. El culto vinculo la melancolía con la profundidad.  Entonces los pintores en sus retratos presentaban a sus modelos con los brazos cruzados, rostros inclinados y  miradas pensativas en un fondo gris. Los escritores crearon personajes  desamparados y frustrados que luego de una calmada retirada volvían regenerados para intentar lo imposible una vez más. Ese movimiento temprano luego influyo a los románticos. Se adoptó el concepto y gracias al romanticismo nos llegó al mundo de hoy. Ahora la música, el arte, y la literatura que disfrutamos constantemente nos presentan la melancolía en su estética. Esto no es accidental sino prueba de la gran utilidad que los estados de ánimos más grises tienen en la experiencia humana.

En el arte, la melancolía ha sido representada con la figura del artista alienado e insatisfecho  esperando su inspiración en la forma de una musa o un genio.  Esta noción  busca ayudarnos a entender que la melancolía es una oportunidad para superar las dificultades de la vida cambiando nuestra perspectiva. Nos recuerda que la imaginación puede superar en sus alcanzas a la realidad y a la razón. De hecho, la creación artística puede satisfacer aquello que el mundo físico muchas veces  no puede.


La melancolía no es un estado que debe  avergonzarnos.  Es algo natural y necesario. Estar vivo es también  sentirse triste de vez en cuando. La melancolía es una invitación a la creación y al autoconocimiento.  Es la dificultad  transformada en belleza. 


Gustavo Godoy

@GusGo


Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  09 de Diciembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas

viernes, 2 de diciembre de 2016

Los demás






El ser humano por ser un animal social siente una inclinación natural en buscar su validación en los demás. Como todo ser de naturaleza gregaria y que vive en manadas deseamos la protección del grupo y la aprobación de la autoridad que lo representa.  Queremos que los demás nos admiren y respeten. Tenemos miedo a decepcionar a los demás entonces hacemos lo posible para no defraudar  sus expectativas. Para muchos el ser ignorado resulta la peor de las tragedias. La sociedad moderna exalta los valores de la superficialidad entonces  para impresionar a los demás es necesario disfrazarse.  Este juego  a veces resulta divertido pero en otras ocasiones agota. Existen personas que se cansan de sacrificarse para mantener  una molesta fachada cuando en el fondo  desean  otra cosa y quieren vivir bajo otros valores. 

El individuo que quiera vivir  más tranquilo debe aprender a ser un poco más misántropico.  La misantropía es la actitud social, psicológica y filosófica que aboga por un rechazo general hacia las personas y sus fallas.  Frecuentemente, permitirnos que el juicio de los demás defina quienes somos.  Eso es problemático porque no es raro  que muchas de las personas en nuestro entorno  se dejen dominar frecuentemente  por la ignorancia, los prejuicios, y la envidia. La sociedad con su estrechez y mezquindad busca confinarnos en una cajita de sencilla comprensión. La gente simplifica y categoriza con mucha facilidad. Pero nosotros no somos eso. Somos mucho más. Somos individuos complejos y contradictorios con un ser  mucho más rico e interesante del que los demás podrían apreciar. Somos individuos multifacéticos que solo develamos una pequeña parte de nosotros al mundo exterior.  Debemos aprender un sano irrespeto hacia la opinión de los otros y desarrollar un escepticismo constructivo hacia la autoridad dominante.

 Por experiencia sabemos que ser selectivos es una muy  buena idea. Sin embargo, a menudo nos sentimos culpables en admitirlo porque creemos que esta práctica no es lo suficientemente noble. Desde muy temprana edad nos relatan la historia que debemos aceptar con los brazos abiertos a cuanto  espécimen  se nos cruza en nuestro camino.  Según esta doctrina, debemos amar incondicionalmente a toda la humanidad. Eso podría ser cierto en un plano poético o metafísico ,pero en la práctica muchas veces esto  no es conveniente. El mundo está repleto con familiares, amigos, conocidos y extraños que es preferible quererlos desde la distancia, la imaginación o el recuerdo. La misantropía a menudo se confunde con la arrogancia. Eso no es del todo cierto. En realidad es sobre administrar inteligentemente  nuestro espacio y tiempo, que son recursos limitados.  Cada quien es el capitán de su propio barco y es la obligación del capitán  ,por el bien de la tripulación ,  decidir  quien ocupara la cabina principal  y quien merece ser arrojado  a los tiburones. Por supuesto, también puede existir una condición intermedia, algo así como reo en  libertad condicional. En otras palabras, aquel sujeto que admitimos en nuestra vida porque tiene su lado bueno , pero le ponemos los grilletes al instante  que se torne demasiado necio o imprudente. La proximidad puede ser peligrosa si no  se recuerdan constantemente los límites porque el respeto es algo fácil de olvidar uno vez que crece la confianza  y muchos confunden la amistad con la posesión. La mayoría de nosotros caemos en la trampa de no sacar a ciertos personajes de nuestras vidas por amabilidad y con demasiada frecuencia nos vemos envueltos en situaciones muy incomodas debido a  seres que con sus toxinas contaminan hasta el más placido de los paraísos. Lo cierto es que hay personas que son una verdadera piedra en el zapato. Le debemos a nuestra salud mental y espiritual alejarnos de estas criaturas del mismo modo que le huimos al tifus o a la amibiasis.

La vida es un tesoro. No debemos desperdiciar nuestra preciada energía con  tonterías ajenas. La opinión más importante es la que nosotros tenemos de  nosotros mismos. Vive,  y deja vivir.

Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  02 de Diciembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas

viernes, 25 de noviembre de 2016

Teorías sobre el amor



Con gran facilidad, sobre todo después de leer las noticias,  podemos caer en la tentación de pensar que el mundo está lleno de odio, división y tristeza.  Los problemas sociales, económicos y ambientales pueden  darnos la impresión que lo que mueve al mundo no es el amor sino la ambición, la codicia y el orgullo. Sin embargo, esto no es del todo exacto. Si nos detenemos y  prestamos mayor atención a nuestro entorno, podremos realizar la verdad escondida. En realidad, el amor está en todos partes. Es esa fuerza que todo lo conecta.  Las rupturas, las traiciones y los amores no correspondidos nos podrían convertir fácilmente en escépticos. Pero lo cierto es que  el amor existe. Está presente y se manifiesta en miles de formas. Existe en las cosas, en la naturaleza, en las plantas, no solo entre personas o romances.  De hecho el mundo está lleno de historias de amor.  Los padres que cuidan de sus hijos. Los amigos disfrutando un café. Los enamorados caminando juntos. La monja que le reza a Dios.  El niño con su mascota. La señora atendido su jardín. El poeta y  sus libros. La cantante y su música.  En las sinfonías. En los actos de bondad. En los pensamientos. En el corazón. El amor está ahí,  en nosotros.

El tema del amor en su sentido más amplio ha sido estudiado a fondo en tiempos pasados. Los diálogos platónicos, particularmente en El Banquete, se  exploró el asunto profundamente. Después de esto también otros filósofos y religiosos han aportado al campo. Sin embargo,  en el mundo contemporáneo el tema se ha vuelto mucho más ambiguo y confuso, sobre todo en lo que respecta al amor erótico, el amor romántico entre dos personas.

Hoy se  considera el amor romántico  como algo accidental, e incontrolable. Es algo que nos sucede a nosotros sin nuestro consentimiento. Una persona nos gusta o no nos gusta. Simplemente, pasa o no pasa. Nuestra cultura está repleta con palabras y metáforas que asocian la experiencia del amor con una grave enfermedad mental. Es curioso pero la locura y el amor parecen sinónimos en nuestra sociedad. Lo que estos dos estados tienen probablemente en común es su condición involuntaria. Es algo poderoso y violento que distorsiona nuestra realidad de un modo totalmente fuera de nuestro control.

La versión moderna del amor  es el amor  como deseo irracional.  El enfoque no está en nosotros o en el acto de amar sino en la búsqueda del objeto ideal digno de nuestro amor. Este amor está basado en la necesidad o la carencia. La esperanza es encontrar a un ser perfecto   para  mejorar  a nuestra condición imperfecta. Para ser aceptado, el posible compañero debe pasar por una detallada evaluación, consciente o no. Este  debe cumplir con nuestras exigencias físicas, económicas, sociales y culturales. Luego, si este aprueba , lo podemos aceptar en nuestra vida. Al fin y al cabo, el amor es un riesgo y debemos asegurarnos que estamos haciendo la mejor inversión posible. Si este amor no prospera con el tiempo, entonces la solución es terminar esta relación y escoger algo mejor para la próxima vez.  En términos generales, así funciona. Pero me temo que esta forma de amor no es totalmente satisfactoria, menos aún  en el largo plazo.

La verdad es que la mejor relación que se pude llegar a tener es la relación con uno mismo. El primer paso debe ser: aceptarse uno mismo. En realidad, somos un ser completo y no necesitamos buscar la felicidad fuera de nosotros.  Luego, solo con esa fortaleza podremos  reconocer autentico valor en los demás. El verdadero amor tiene más que ver con la  generosidad que con  la necesidad. Es más lo que ofrecemos a lo que  ganamos o conquistamos.  El mejor regalo que uno le puede dar a otro ser humano es verlo, escucharlo y valorarlo  tal como es: vulnerable, frágil, único. Una relación satisfactoria  no es sobre una falsa idealización del otro sino  sobre cultivar intimidad, afecto y compresión. Amar es dar.  Es la unión  entre dos seres imperfectos, no la ostentación de un trofeo.  El amor es una obra de arte porque requiere esfuerzo, apoyo mutuo, y confianza para construir un proyecto compartido. El amar es una decisión voluntaria. No es una flecha que cae del cielo.

Más allá de las faltas, las equivocaciones, las condiciones, y los  juicios yace un mundo donde no hay ni matemáticas, ni máscaras, ni príncipes azules, ni reinas blancas y lo único que existe es  el amor. 



Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  25 de Noviembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


viernes, 18 de noviembre de 2016

La buena vida



 Todo ser humano, tarde o temprano, debe enfrentarse con la pregunta más importante de su existencia: ¿cómo  encauzar la vida?  

Esto es algo clave.  Irónicamente, esa pregunta tan básica y trascendental  es muy poco analizada y discutida en nuestra época.  Con relación al tema de la vida al igual que ocurre con el tema del amor y de la política,  todos nos creemos unos expertos.   Tal vez por esta razón es que estos espinosos temas han avanzado tan poco en nuestro mundo contemporáneo. Las ideas que se  escuchan normalmente  entre las masas, aparte de ser  en extremo simplistas y superficiales,  en la práctica, en el plano experimental, una y otra vez,  se han probado insatisfactorias. Por lo general, la persona promedio no reflexiona a profundad sobre estas importantes arenas. Comúnmente, son áreas relegadas a una oscura minoría, como religiosos, académicos, filósofos, y excéntricos.   Esto es una gran debilidad de nuestro presente. Sin embargo, es una realidad que  la felicidad y la paz en el  mundo están directamente conectadas a  como abordamos  las grandes preguntas  existenciales: ¿Que es la realidad?; ¿Qué es la vida? ; ¿Cuál es su propósito? ; ¿En qué consiste una buena vida? 

La vida no es sencilla. Tal vez las respuestas definitivas para estos enigmas abiertos no existen en su forma absoluta pero es fundamental refinar nuestras soluciones constantemente, por muy parciales y limitadas que estas sean. Esto debe ser una ocupación  eterna. 

En la antigüedad, sobre todo en el periodo  después de las conquistas de Alejandro Magno y las etapas   finales del Imperio Romano fueron momentos   marcados en términos generales por la confusión y desorden para gran parte de la población. En este último periodo  surgieron un gran número de nuevas religiones y filosofías. La gente sintió la necesidad de buscar consuelo en  tiempos difíciles. De todos estos movimientos, el estoicismo es uno de las más profundos y sublimes. El filósofo  Zeno de Citium comenzó la escuela inspirándose en  las ideas de los cínicos cerca de los años 300s A.C,  pero alcanzo su punto más elevado  con Seneca, Epicteto y Marcos Aurelio en tiempos de los romanos. Los estoicos consideraban a Socrates y a Diogenes como sus modelos ejemplares por su moral y sabiduría. La estoa es una filosofía práctica de vida que busca  el desarrollo personal  en la fortaleza interna.  Esta filosofía, que   guarda una sorprendente similitud con el budismo y el taoísmo, no solo influyo enormemente a los padres de la iglesia católica sino también a impactada a muchos psicólogos y psicoterapeutas modernos con sus avanzadas técnicas y efectivos ejercicios mentales.

Los estoicos creían que el ser humano era un mundo en miniatura, un microcosmos que es reflejo del macrocosmos. Según ellos, el universo y el ser humano en esencia no cambian según el lugar y el tiempo. Eran cosmopolitas y creían en la igualdad de todos los seres humanos. Básicamente, fueron uno de los primeros humanistas porque colocaron al individuo en el centro.  La tranquilidad estoico viene de aceptar las cosas que no podemos cambiar. Y con nuestro esfuerzo cambiar aquellas que si podemos .  Cuando realizamos eso, las preocupaciones desaparecen. El estoico es un hombre de voluntad que afronta las diferentes circunstancias de la vida con entereza. La mente debe ser entrenada para ser indiferente a los eventos fuera de nuestro control y depender más en nuestra actitud interna. Es una filosofía realista y racional en un mar de emociones irracionales y pensamientos ilusorios. El énfasis no radica en las riquezas o el poder, sino en la virtud, el deber y la introspección. El estoicismo es una de las filosofías más nobles de todos los tiempos. 


Las ideas planteadas por los estoicos nos invitan a examinar nuestras vidas y a reconocer la enorme importancia que juega la bondad, la espiritualidad, y la sencillez en nuestra felicidad. Lo material es importarte, pero tiene sus limitaciones. No es garantía de mucho. Una vida feliz  es sobre ser, crecer, amar y dar. Cultiva tu mundo interior y descubrirás el más grande de los tesoros.


Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  18 de Noviembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas

viernes, 11 de noviembre de 2016

La filosofía de la soledad





A través de la historia, no es raro toparse con seres excepcionales que han preferido una vida solitaria a una vida social. Grandes nombres como Nietzsche,  Kafka,   Thoreau , entre otros ,  han escogido vidas esencialmente solitarias. A pesar de esto, pocos nos atreveríamos  a decir que estos individuos  no vivieron vidas fecundas o que  sus aportes a la humanidad fueron insignificantes. Muchos de estos grandes solitarios fueron ingeniosos innovadores en lo literario,  filosófico, moral o espiritual,  cuya influencia no ha sido pequeña.

Mientras algunos ven la soledad como algo peligroso e indeseable, muchos pensadores han visto la experiencia de la soledad como una necesidad para la reflexión y el autodescubrimiento. El filósofo griego Platón creía que la soledad es deseable porque nos permite  pensar sin distracciones. Líderes religiosos como Lao-Tse,  Buda, Elías, Juan el Bautista  y Jesús de Nazaret practicaron la soledad por largos periodos como un método para el desarrollo espiritual.  En muchos contextos , tanto religiosos como seculares, se piensa que el cortar contacto con otros seres humanos  aporta beneficios.  El aislarse de los demás facilita  una relación más estrecha con Dios,  la naturaleza, la verdad o uno mismo. En diferentes tradiciones espirituales o filosóficas, la vida del ermita que se retira hacia al desierto, a las montañas, o a un estudio privado para vivir solitariamente en busca de pureza, sabiduría y plenitud es un arquetipo común.

El filósofo renacentista  Michel de Montaigne, inspirado por los clásicos, en sus “Ensayos “  escribió que solo en soledad el ser humano puede encontrar genuinamente la  libertad. Los románticos y los trascendentalitas americanos vieron la soledad, sobre todo la soledad en medio  de la naturaleza, como un escenario ideal para el crecimiento porque  permite silenciar las voces de la sociedad y despertar los mejores atributos del alma. Para estos, la soledad era considerada como un estado ideal. 

A pesar de sus beneficios, comodidades y satisfacciones, la vida en sociedad también está llena de distracciones, imposiciones, deberes, y vicios. La sociedad por un lado puede ser enriquecedora pero para algunos también  puede resultar sumamente  limitante y opresiva. La soledad puede ofrecer tranquilidad, silencio, privacidad, amplitud de pensamiento y mayor libertad de acción. Una vida en soledad enfatiza la subjetividad, la mente, y la imaginación. Alienta la individualidad. En soledad, lejos de las fuerzas del conformismo, es más sencillo innovar y desafiar el estatus quo.  Es mucho más  fácil construir un mundo propio.

En la actualidad, con frecuencia la soledad se asocia a la timidez, la depresión, el rechazo social  y las ideas absurdas.  Por lo general, es algo considerado como una especie de castigo, un símbolo  de derrota o  problemas emocionales.  Sus críticos piensan que en soledad uno está mucho más expuesto a la locura, el egoísmo, el error, el fracaso, y  los delirios de grande. Todos estos rasgos atribuidos a la soledad aunque en algunos casos particulares resultan ser ciertos  por lo general son solo prejuicios.

La sociedad contemporánea subestima los valores terapéuticos de la soledad. Al mismo tiempo, con demasiada frecuencia juzga a las personas solitarias como incompletas o defectuosas. En esta sociedad, solo  las experiencias validadas socialmente son consideradas  las legítimas. Esto es un error. Esta creencia probablemente está relacionada a la poco importancia que en la actualidad se le da  del mundo interior del ser humano. Sin embargo,  la inclinación por la soledad  no  es algo necesariamente patológico. La soledad es simplemente un retorno al ser. Es algo sano.  Lo que ocurre es que existen algunos individuos que  sienten que sus  talentos y aptitudes florecen mucho mejor en soledad y han escogido un proyecto de vida  y unos objetivos que depende poco en las relaciones humanas.  La soledad los libera.

Mientras vivía solo en su cabaña en el bosque, Henry David Thoreau escribió: “Jamás hallé compañera más sociable que la soledad.”




Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  11 de Noviembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


viernes, 4 de noviembre de 2016

La mente






Johannes Mario Simmel nació en 1924 en la ciudad de Viena. Durante su vida, se convirtió uno de los mejores narradores de habla alemana y uno de los escritores más populares de la posguerra.  La obra que lo dio a conocer fue probablemente  “Me maravilla sentirme feliz”.  Esta gran novela psicológica tiene como escenario  la Viena de 1945, durante la II guerra mundial.  Siete seres humanos han quedado sepultados en el interior de un sótano debido a una bomba perdida.

“Éramos siete en aquella bodega, pero los motivos que nos impulsaban no eran solo siete. Eran tan múltiples y variados como la vida y la muerte. Nuestros ojos vean las mismas cosas y nuestros oídos percibían los mismos sonidos pero nuestros corazones latían con un ritmo distinto y nuestros almas resultaban extrañas entre sí. “

La joven actriz de teatro encuentra en un desertor el amor de su vida. El sacerdote recobra su fe perdida y retoma la confianza en Dios. La anciana  cargada de prejuicios reconoce su error y recapacita. En aquel lugar, en circunstancias tan difíciles aún perduraban los sentimientos y la esperanza. Vivir plenamente era posible. “Me maravilla sentirme feliz “es una novela  profunda y conmovedora.

Un día uno de los personajes mientras reflexionaba sobre su situación  puedo observar en el techo del refugio a una araña común tejiendo su trampa con gran paciencia. En ese momento el personaje pensó que a pesar que para él era terrible la situación ya que lo había perdido todo debido a la guerra para esa pequeña  araña era un día perfectamente normal.  La araña no comprendía las causas de su sufrimiento. Ese refugio era su hogar y ahí lo tenía todo. La felicidad o el sufrimiento parecen ser una cuestión perspectiva.  Todo parece estar en la mente.

Somos y estamos donde ponemos nuestra atención. La atención es reconocer algo y descartamos lo demás. Es sobre reconocer algo como presente o existente.Por ejemplo, cuando un grupo de personas entran a un centro comercial, cada persona ve un lugar diferente.  El amante de los libros reconoce  conscientemente su   librería favorita  y descarta inconscientemente muchas de las otras tiendas. Seguramente, ni las recordara. Para el no existen.  Para las otras personas la experiencia es diferente.  Cada uno tiene su sitio preferido para ir a comer o comprar. Los lugares con mayor relevancia personal poseen mayor visibilidad y lo irrelevante pertenece oculto en el trasfondo de la experiencia.

El mundo es nuestra percepción de él. Vivimos en la subjetividad. Es nuestra construcción. De nosotros depende el tipo de lugar que edificamos. Somos los autores de nuestro mundo. En otras palabras, es modificable a voluntad. El cómo interpretamos todas las cosas esta sujeto a la narrativa que escogimos relatarnos en nuestro interior. Nuestra vida es una novela y nosotros decidimos como será escrita. Puede ser triste, Puede ser feliz. Podemos ser el héroe. Podemos ser la víctima o el villano. Con el mismo guion de cine, diferentes directores pueden producir pelicular muy distintas. Todo está en la mente.  Lo que ocurre con demasiada frecuencia es que  esperamos que los demás validen nuestra versión de la realidad. Fácilmente caemos en el error de juzgar al mundo como algo externo y fuera de nuestro control.

Todo es perspectiva. La plenitud es la actitud de aceptar con gratitud las diferentes circunstancias y comprender  lo que no tenemos ahora es porque en realidad no lo necesitamos. Lo que es verdaderamente nuestro nunca lo perderemos y lo que podemos perder en realidad nunca fue, es, o  será nuestro.

Cada uno de nosotros es responsable de nuestra experiencia. Quienes somos, como nos vemos y el cómo valoramos el mundo es nuestra responsabilidad. Es nuestra y de nadie más. Pon atención en lo bello de la vida y la vida se llenara de belleza.  Habla  de paz, de amistad, de amor, y todo esto llegara. Piensa en el bien.  Perdona, agradece, olvida, disfruta de lo simple. Y de repente, todo será felicidad y música.
Cada cabeza es un mundo. ¿En qué mundo vives tú?


Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  04 de Noviembre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 28 de octubre de 2016

Las sociedades que fracasan



En el corazón de todo colapso social siempre subyace una profunda crisis moral y espiritual.
La sociedad está  compuesta de individuos. Una sociedad es un conjunto de individuos que emprenden proyectos juntos para el beneficio de todos.  Esta debe  obedecer a un orden y buscar un bien común. El compromiso a una serie de reglas generales de convivencia aplicables a todos por igual es fundamental.  En otras palabras, cada individuo debe cumplir su papel   para poder producir bienestar para todos. Para que la sociedad pueda brindar sus beneficios es necesario el esfuerzo de todas sus partes.  Esto se debe a que  la vida en sociedad se basa en la cooperación. La sociedad es, en el fondo y  ante todo,  una empresa ética.

 La calidad de las instituciones, las relaciones y las normas dentro de una sociedad determinada su eficiencia. La familia,  la amistad y la comunidad  son  sistemas de cooperación elementales para los seres humanos. La lealtad, la reciprocidad, la generosidad y el reconocimiento mutuo  han sido factores determinantes para nuestra sobrevivencia como grupo social.  Al parecer, el ser humano tiene un doble mecanismo para interactuar con los demás: Tiene una ética de cooperación dentro de su grupo y una ética de competencia afuera de su grupo. La sociedad es un grupo para la cooperación,  una comunidad de amigos, una gran familia.

La cohesión social depende a la unidad interna. Una persona puede hacer la guerra con extraños, pero  dentro de sus propias filas debe reinar un fuerte espíritu de compañerismo. Entre sus compañeros,  la persona debe sentirse segura. Se trata de la confianza. Es importante saber  que puede contar con los suyos. Confía que el otro se comportara con el pensando en su bienestar, y todos en cambio esperan lo mismo de su parte. Eso se debe a que todos dentro de su grupo son dignos de su  confianza.  Existe la fe en el otro.  Ser  confiable  es lo que  significa ser parte de una sociedad.

El declive de una sociedad comienza cuando sus miembros descuidan el proyecto colectivo para orientar sus esfuerzos exclusivamente a objetivos particulares. Lo público es utilizado para la ganancia personal. Se abusa y explota  el proyecto social para el beneficio individual.    Es en ese momento cuando la sociedad se convierte en un lugar hostil y sus miembros dejan dignos de la confianza del otro. Los hermanos se han convertido en enemigos.

En una sociedad rumbo al abismo casi nadie cumple con su papel social buscando un beneficio propio. Y, por supuesto, esto eventualmente conlleva el desplome del conjunto perjudicando así  a todos.

 ¿Qué ocurre cuando una sociedad fracasa?   : Los jueces no imparten justicia. Los policías no dan seguridad. Los maestros no educan. Los médicos no atienden la salud. Los políticos no son sinceros. Los comerciantes no son honestos.  El día a día en una sociedad que simplemente ya no funciona todo es  frustración, corrupción y cinismo.  Todo es  hostilidad, expectativas defraudadas e inseguridad. Ya no  podemos   caminar tranquilos por las calles.  Tenemos miedo de nuestros vecinos. Sentimos que todos nos quieren estafar. Pensamos que todo es un engaño. Todo es difícil.  La palabra empeñada ya no es garantía de nada. La buena fe se ha perdido. Hay violencia, agresividad, y angustia.  Dejamos de ver a los demás como nuestros hermanos y empezamos a luchar por sobrevivir contra los ataques que parecen llegar de todos lados. Comenzamos a ver  el egoísmo como una virtud y el altruismo como una tontería sin sentido. Comenzamos a dividir  al mundo entre ellos y nosotros. Nadie asume su responsabilidad y “los otros” son   los culpables de todos nuestros males.   Nuestro anhelo deja de ser el bien común para convertirse en  la venganza. La gente pierde la fe  y los que no se refugian en la apatía o en el radicalismo deciden huir.

El fracaso de una  sociedad es el fracaso del ciudadano. El responsable  de una sociedad al borde del colapso es cada uno de nosotros que, en vez de ver la sociedad como una gran familia que todos debemos cuidar,  escogemos  la ambición, el rencor y el  sectarismo. La verdadera  crisis no es social, política o económica sino una moral y espiritual.


Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  28 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 21 de octubre de 2016

La nueva Rusia



  Ana Karerina es probablemente  la mujer más bella de la literatura universal. Es una mujer que nos deslumbra a todos  por su belleza, inteligencia y vitalidad. Es apasionada, culta, elegante,  y, en extremo, encantadora. Hermosa.   Este fascinante  personaje fue creación del ruso León Tolstoi.  El escritor  público su famosa novela “ Ana Karerina “ en la década de los 70s  del siglo XIX.  Es una novela sobre el matrimonio, la fidelidad y la búsqueda de la felicidad. Ambientada en Rusia zarina de casi dos siglos atrás, relata de manera alterna y contrastante dos historias que a veces se entrecruzan. Uno es la historia de Ana, su infeliz matrimonio  con Karerin, un ilustre miembro de la alta sociedad de San Petersburgo,  su eventual separación de él, y su  escape con el joven conde Wronsky. La otra historia es la relación de  Levin y Kitty. Esta es una relación basada en la sinceridad, la ternura y la compresión que se desarrolla de manera feliz y plena en la Rusia rural.  Tolstoi, al igual que en su otra novela “Guerra y Paz”,  explora brillantemente en esta obra el constante conflicto entre dos Rusias, una Rusia que busca su identidad  mirando  hacia occidente y otra que  se encierra en sí misma.

A partir de 1223, Genghis Kan ataca a los rusos.  Al poco tiempo, esta región se convierte en parte del Imperio mogol de la Horda de Oro por muchos años. No fue hasta 1472 que Ivan III libero a los rusos del dominio mogol.   Luego, en 1689, Pedro el Grande llego al poder. Rusia vivió por siglos aletargada en la Edad Media.  Hasta entonces no había pasado por el derecho romano, el Renacimiento, y la Reforma: Lo único que había vivido era el despotismo mogol. Al zar Pedro I le obsesiono la idea de ponerle fin a ese distanciamiento con  Europa. La modernización de Rusia fue llevada a cabo con el peso del autoritarismo.  Las reformas de Pedro el Grande fueron impuestas a la fuerza. El uso de la barba, las vestimentas tradicionales y muchas de las costumbres ancestrales se prohibieron para imitar a los europeos de la época.  Rusia levanto una nueva capital imperial a las orillas del Báltico: San Petersburgo. El pasado era lo propio ruso, el futuro era lo europeo. 

Tras de la muerte de Pedro el Grande, los zares en términos generales siguieron impulsando una actitud pro occidente. Sin embargo, esto eventualmente cambio. La  I Guerra Mundial creo las condicionas ideales  para que se instalara el partido comunista en el poder.  El hombre clave: Vladimir Ilich Ulianov. Este se hacía llamar Lenin.  Sus teorías aportaron  al marxismo clásico nuevos dimensiones ,y le permitieron los bolcheviques  contar con una plataforma ideológica y un programa. Con la revolución de Octubre, comenzó  la Unión Soviética. Su fundador: Lenin. Lenin, Stalin y sus sucesores implementaron reformas a la fuerza. El partido comunista se consolido mediante el terror, organizado y dirigido de forma dictatorial, de arriba abajo.

El fin de la II Guerra Mundial significo el fin del dominio de Europa. El mundo se divido entre las dos nuevas potencias, Los  Estados Unidos y La Unión Soviética. Esta época marcado por  fuertes tensiones se conoció como la guerra fría. Luego, con la caída del muro de Berlín y los eventos relacionados a esto, la Unión Soviética se desintegro debido a una fuerte crisis interna y presiones externas.   Para los rusos,  la etapa post soviética ha sido  sumamente traumática. La dura transición y la nostalgia de las glorias pasadas han tenido un efecto muy desmoralizante para gran parte de la población. No ha sido fácil.


La tradición autoritaria y la voluntad del pueblo ruso por mantener su carácter diferencial con occidente son componentes característicos de este gigantesco país.  Rusia seguirá siendo un actor en la política mundial, tomado un rol activo en diferentes conflictos. A veces para bien, a veces para mal.   Líderes autocráticos se basan en la vieja historia de una conspiración extrajera contra el pueblo como un elemento cohesionador y la población parece necesitar un liderazgo fuerte y autoritario que le aporte seguridad psicológica. Una receta para el desastre.   ¿Sera esta nueva Rusia algo  positivo o negativo para el futuro del planeta?


Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  21 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 14 de octubre de 2016

El negocio de la comida


Los hábitos alimenticios del ser humano son muy variados. Diferentes comidas y bebidas traen diferentes asociaciones.  Los británicos beben té y ginebra con tónica. Los escoceses beben whisky. Los alemanes beben cerveza en las Biergartens. Los rusos toman vodka. Francia siempre se ha relacionado con una enorme variedad de vinos, al igual que algunas regiones de Alemania, Italia y España. Chile, California en los Estados Unidos, Argentina, entre otros países están produciendo buenos vinos. Japón es famoso por su vino de arroz, sake. India, China, y Japón son conocidos por tener grandes variedades de té. África, América Central y América del Sur producen un café delicioso. Francia e Italia son lugares donde uno  todavía  puede disfrutar de un café exprés exquisito sentado al aire libre.

La comida está llena de asociaciones. Existen celebraciones donde se comen platos especiales, como los platos navideños,  y en otras donde se restringen algunos platos, como los ayunos en muchas religiones, en el ramadán musulmán, por ejemplo,  o la prohibición de comer carne en la semana santa católica. En la mayoría de los casos nuestros hábitos alimenticios nos relacionan con determinada clase social, región o creencia. También puede  revelar una postura moral, o hasta política. Incluso, nuestra costumbre alimenticia puede demostrar que tanto nos importa nuestra salud.  

En el mundo, hay tres grandes cereales que aportan gran parte de la energía: el  maíz, el trigo y el arroz. El maíz se asocia al nuevo continente. El trigo se asocia a Europa y al medio oriente. El arroz se asocia al Asia. Al igual que la costumbre de comer con los dedos, tenedores o palillos tiene sus connotaciones.

En el judaísmo y en el Islam se prohíbe el consumo de carne de cerdo. En la tradición Hindú, esta prohibido consumir carne de res al igual que en los países occidentes se prohíbe consumir carne de caballo, de perro y de gato. En Occidente, se permite consumir carne de cerdo y de res al igual que en Corea, China y Vietnam está permitido comer carne de perro. Muchas tradiciones prohíben el consumo de alcohol, o de sangre, por ejemplo.

Estas regulaciones en los diferentes tipos de dietas en diferentes partes del mundo aunque en muchos casos dan la impresión de ser caprichosas o irracionales en realidad no son del todo arbitrarias. El cerdo es un animal que su cría en zonas desérticas consume muchos recursos, sobre todo agua.  El caballo y  el buey son mucho más  útiles como animales de trabajo que por su carne. Los perros y los gatos son  animales de compañía, de guardia, de trabajo y  control de plagas. Son muy útiles así.  El alcohol trae muchos inconvenientes si no se ingiere responsablemente. Y la sangre que le da mucho sabor a la carne también es cierto que es un cultivo de muchas enfermedades.

En la actualidad, la producción de alimentos a nivel mundial está siendo controlada por un grupo cada vez más reducido de corporaciones. Son dueños de las semillas, de los químicos, de la manufactura y de los canales de distribución. Su negocio es hacer dinero.  Financian políticos. Son los grandes clientes de los medios de comunicaciones.  Estas corporaciones para poder producir gran cantidad de alimentos a bajo costo han utilizado procesos tecnológicos y organizativos que en gran medida han traído considerables secuelas ambientales, sociales y humanas.  El uso de venenos, las modificaciones genéticas, y los antibióticos han dado grandes dividendos para los implicados pero también han traído sus costos escondidos para toda la sociedad. En el fondo, no es un sistema muy sensato.

Como forma de protesta, muchos ciudadanos informados y preocupados alrededor del mundo han decidido boicotear estas corporaciones y sus prácticas, en la medida de lo posible,  para apoyar a productores locales que utilizan métodos alternativos. Decidir comer lo local, y  lo sano  directamente de la mano de  un productor amigo es una verdadera revolución. Es ser hoy parte del futuro.

Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  14 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 7 de octubre de 2016

La revolución digital


Los cambios en la sociedad suelen presentarse  de diferentes maneras. A veces los cambios son lentos, otras veces son rápidos. Hay cambios graduales , y otros violentos. A veces, las cosas cambian por  un tiempo para eventualmente  retornar a su estado original.  Otras veces, estos cambios perduran y nada  vuelve a ser  como algún día  fue. Existen momentos en la historia de la humana donde una serie de eventos, por lo general de tipo tecnológico,  han marcado un rompimiento dramático entre el pasado y el futuro. Esos son los momentos donde casi todo cambia en un periodo muy breve.  Cambia la sociedad, la economía, la conducta, el pensamiento. Todo en poco tiempo.   Estas son las revoluciones.

En el periodo prehistórico, la domesticación de animales y la agricultura revolucionaron la sociedad.  Muchas cosas cambiaron. La población pudo crecer.  La sociedad se volvió mucho más sofisticada y compleja. En algunos lugares, esta nueva técnica para producir  alimentos dio paso a la civilización. La civilización trago la vida urbana, la escritura, nuevos modos de transporte, y  un comercio más amplio, entre otras cosas. La sociedad cambio enormemente. La revolución agrícola marco un antes y un después en la historia.

En periodos más recientes,  la invención de la imprenta  hizo maravillas para la difusión del conocimiento. Lo que anteriormente estaba reservado a una minoría privilegiada se volvió algo más accesible para el hombre común. La revolución industrial también trasformo al mundo de modos increíbles. Creo nuevas técnicas, diferentes modos de producción, distintas fuentes de energía, y otras formas de organización. La vida cotidiana se modificó para siempre y permitió la entrada al mundo actual.

Cada una de estas revoluciones trajo consigo aspectos tanto positivos como negativos, tanto bendiciones como terribles contradicciones. Las revoluciones siempre son periodos de grandes desafíos y al mismo tiempo grandes oportunidades.

Con la revolución digital surgió la era de la información, el periodo que hoy está apenas comenzando. La computadora personal, el Internet, los teléfonos inteligentes, las redes sociales, entre otros adelantos desarrollados en las últimas décadas  han creado un ambiente donde el tiempo y el espacio han virtualmente desaparecido. Lo físico ha pasado a otro plano. Es un entorno más cercano e instantáneo que cuenta con una memoria infinita. Gracias a esta tecnología,  estamos mucho más conectados que antes. La comunicación a distancia es más fácil. La cantidad de información a la mano es inmensa.  El usuario no es pasivo, sino que  contribuye e interactúa de una manera directa y descentralizada con los demás. Los  medios tradicionales han dado paso a un universo múltiple, interconectado, e interactivo en tiempo real donde el individuo construye un mundo según sus gustos, necesidades y aficiones personales, donde crea vínculos no basados en la proximidad física, sino en sus afinidades particulares.

Esta nueva realidad  brinda a las personas una gran herramienta. Sin embargo, también es cierto de no todo es perfecto. Por un lado, esta revolución de la misma manera que ha creado nuevos puestos de trabajo también ha destruido muchos otros. Por otro lado, aunque hoy hay muchísima información disponible ,en realidad, es  más  de lo que  podemos asimilar. La información es fácilmente manipulable y en muchos casos poco confiable. La información puede ser copiada y  pirateada indiscriminadamente.   

  Es demasiada información que  pasa demasiado rápido. No queda tiempo para la reflexión, el análisis, la verificación. Hace falta profundidad y coherencia.  

Entre los nuevos peligros, está el de la privacidad que pode ser violada por gobiernos, corporaciones, particulares y criminales sin muchos obstáculos.   A mayor conectividad, mayor vulnerabilidad.  Estamos sumamente expuestos.

 Todavía es muy temprano para saber a ciencia cierta los alcances y las limitaciones de esta revolución. Esto apenas esta comenzado y es muy difícil predecir hoy sus consecuencias en el futuro lejano. Solo el tiempo pondrá en perspectiva a este periodo que hoy vivimos. Lo que si es cierto es que definitivamente vivimos en tiempos de grandes y veloces cambios.

Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  07 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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