viernes, 28 de octubre de 2016

Las sociedades que fracasan



En el corazón de todo colapso social siempre subyace una profunda crisis moral y espiritual.
La sociedad está  compuesta de individuos. Una sociedad es un conjunto de individuos que emprenden proyectos juntos para el beneficio de todos.  Esta debe  obedecer a un orden y buscar un bien común. El compromiso a una serie de reglas generales de convivencia aplicables a todos por igual es fundamental.  En otras palabras, cada individuo debe cumplir su papel   para poder producir bienestar para todos. Para que la sociedad pueda brindar sus beneficios es necesario el esfuerzo de todas sus partes.  Esto se debe a que  la vida en sociedad se basa en la cooperación. La sociedad es, en el fondo y  ante todo,  una empresa ética.

 La calidad de las instituciones, las relaciones y las normas dentro de una sociedad determinada su eficiencia. La familia,  la amistad y la comunidad  son  sistemas de cooperación elementales para los seres humanos. La lealtad, la reciprocidad, la generosidad y el reconocimiento mutuo  han sido factores determinantes para nuestra sobrevivencia como grupo social.  Al parecer, el ser humano tiene un doble mecanismo para interactuar con los demás: Tiene una ética de cooperación dentro de su grupo y una ética de competencia afuera de su grupo. La sociedad es un grupo para la cooperación,  una comunidad de amigos, una gran familia.

La cohesión social depende a la unidad interna. Una persona puede hacer la guerra con extraños, pero  dentro de sus propias filas debe reinar un fuerte espíritu de compañerismo. Entre sus compañeros,  la persona debe sentirse segura. Se trata de la confianza. Es importante saber  que puede contar con los suyos. Confía que el otro se comportara con el pensando en su bienestar, y todos en cambio esperan lo mismo de su parte. Eso se debe a que todos dentro de su grupo son dignos de su  confianza.  Existe la fe en el otro.  Ser  confiable  es lo que  significa ser parte de una sociedad.

El declive de una sociedad comienza cuando sus miembros descuidan el proyecto colectivo para orientar sus esfuerzos exclusivamente a objetivos particulares. Lo público es utilizado para la ganancia personal. Se abusa y explota  el proyecto social para el beneficio individual.    Es en ese momento cuando la sociedad se convierte en un lugar hostil y sus miembros dejan dignos de la confianza del otro. Los hermanos se han convertido en enemigos.

En una sociedad rumbo al abismo casi nadie cumple con su papel social buscando un beneficio propio. Y, por supuesto, esto eventualmente conlleva el desplome del conjunto perjudicando así  a todos.

 ¿Qué ocurre cuando una sociedad fracasa?   : Los jueces no imparten justicia. Los policías no dan seguridad. Los maestros no educan. Los médicos no atienden la salud. Los políticos no son sinceros. Los comerciantes no son honestos.  El día a día en una sociedad que simplemente ya no funciona todo es  frustración, corrupción y cinismo.  Todo es  hostilidad, expectativas defraudadas e inseguridad. Ya no  podemos   caminar tranquilos por las calles.  Tenemos miedo de nuestros vecinos. Sentimos que todos nos quieren estafar. Pensamos que todo es un engaño. Todo es difícil.  La palabra empeñada ya no es garantía de nada. La buena fe se ha perdido. Hay violencia, agresividad, y angustia.  Dejamos de ver a los demás como nuestros hermanos y empezamos a luchar por sobrevivir contra los ataques que parecen llegar de todos lados. Comenzamos a ver  el egoísmo como una virtud y el altruismo como una tontería sin sentido. Comenzamos a dividir  al mundo entre ellos y nosotros. Nadie asume su responsabilidad y “los otros” son   los culpables de todos nuestros males.   Nuestro anhelo deja de ser el bien común para convertirse en  la venganza. La gente pierde la fe  y los que no se refugian en la apatía o en el radicalismo deciden huir.

El fracaso de una  sociedad es el fracaso del ciudadano. El responsable  de una sociedad al borde del colapso es cada uno de nosotros que, en vez de ver la sociedad como una gran familia que todos debemos cuidar,  escogemos  la ambición, el rencor y el  sectarismo. La verdadera  crisis no es social, política o económica sino una moral y espiritual.


Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  28 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 21 de octubre de 2016

La nueva Rusia



  Ana Karerina es probablemente  la mujer más bella de la literatura universal. Es una mujer que nos deslumbra a todos  por su belleza, inteligencia y vitalidad. Es apasionada, culta, elegante,  y, en extremo, encantadora. Hermosa.   Este fascinante  personaje fue creación del ruso León Tolstoi.  El escritor  público su famosa novela “ Ana Karerina “ en la década de los 70s  del siglo XIX.  Es una novela sobre el matrimonio, la fidelidad y la búsqueda de la felicidad. Ambientada en Rusia zarina de casi dos siglos atrás, relata de manera alterna y contrastante dos historias que a veces se entrecruzan. Uno es la historia de Ana, su infeliz matrimonio  con Karerin, un ilustre miembro de la alta sociedad de San Petersburgo,  su eventual separación de él, y su  escape con el joven conde Wronsky. La otra historia es la relación de  Levin y Kitty. Esta es una relación basada en la sinceridad, la ternura y la compresión que se desarrolla de manera feliz y plena en la Rusia rural.  Tolstoi, al igual que en su otra novela “Guerra y Paz”,  explora brillantemente en esta obra el constante conflicto entre dos Rusias, una Rusia que busca su identidad  mirando  hacia occidente y otra que  se encierra en sí misma.

A partir de 1223, Genghis Kan ataca a los rusos.  Al poco tiempo, esta región se convierte en parte del Imperio mogol de la Horda de Oro por muchos años. No fue hasta 1472 que Ivan III libero a los rusos del dominio mogol.   Luego, en 1689, Pedro el Grande llego al poder. Rusia vivió por siglos aletargada en la Edad Media.  Hasta entonces no había pasado por el derecho romano, el Renacimiento, y la Reforma: Lo único que había vivido era el despotismo mogol. Al zar Pedro I le obsesiono la idea de ponerle fin a ese distanciamiento con  Europa. La modernización de Rusia fue llevada a cabo con el peso del autoritarismo.  Las reformas de Pedro el Grande fueron impuestas a la fuerza. El uso de la barba, las vestimentas tradicionales y muchas de las costumbres ancestrales se prohibieron para imitar a los europeos de la época.  Rusia levanto una nueva capital imperial a las orillas del Báltico: San Petersburgo. El pasado era lo propio ruso, el futuro era lo europeo. 

Tras de la muerte de Pedro el Grande, los zares en términos generales siguieron impulsando una actitud pro occidente. Sin embargo, esto eventualmente cambio. La  I Guerra Mundial creo las condicionas ideales  para que se instalara el partido comunista en el poder.  El hombre clave: Vladimir Ilich Ulianov. Este se hacía llamar Lenin.  Sus teorías aportaron  al marxismo clásico nuevos dimensiones ,y le permitieron los bolcheviques  contar con una plataforma ideológica y un programa. Con la revolución de Octubre, comenzó  la Unión Soviética. Su fundador: Lenin. Lenin, Stalin y sus sucesores implementaron reformas a la fuerza. El partido comunista se consolido mediante el terror, organizado y dirigido de forma dictatorial, de arriba abajo.

El fin de la II Guerra Mundial significo el fin del dominio de Europa. El mundo se divido entre las dos nuevas potencias, Los  Estados Unidos y La Unión Soviética. Esta época marcado por  fuertes tensiones se conoció como la guerra fría. Luego, con la caída del muro de Berlín y los eventos relacionados a esto, la Unión Soviética se desintegro debido a una fuerte crisis interna y presiones externas.   Para los rusos,  la etapa post soviética ha sido  sumamente traumática. La dura transición y la nostalgia de las glorias pasadas han tenido un efecto muy desmoralizante para gran parte de la población. No ha sido fácil.


La tradición autoritaria y la voluntad del pueblo ruso por mantener su carácter diferencial con occidente son componentes característicos de este gigantesco país.  Rusia seguirá siendo un actor en la política mundial, tomado un rol activo en diferentes conflictos. A veces para bien, a veces para mal.   Líderes autocráticos se basan en la vieja historia de una conspiración extrajera contra el pueblo como un elemento cohesionador y la población parece necesitar un liderazgo fuerte y autoritario que le aporte seguridad psicológica. Una receta para el desastre.   ¿Sera esta nueva Rusia algo  positivo o negativo para el futuro del planeta?


Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  21 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 14 de octubre de 2016

El negocio de la comida


Los hábitos alimenticios del ser humano son muy variados. Diferentes comidas y bebidas traen diferentes asociaciones.  Los británicos beben té y ginebra con tónica. Los escoceses beben whisky. Los alemanes beben cerveza en las Biergartens. Los rusos toman vodka. Francia siempre se ha relacionado con una enorme variedad de vinos, al igual que algunas regiones de Alemania, Italia y España. Chile, California en los Estados Unidos, Argentina, entre otros países están produciendo buenos vinos. Japón es famoso por su vino de arroz, sake. India, China, y Japón son conocidos por tener grandes variedades de té. África, América Central y América del Sur producen un café delicioso. Francia e Italia son lugares donde uno  todavía  puede disfrutar de un café exprés exquisito sentado al aire libre.

La comida está llena de asociaciones. Existen celebraciones donde se comen platos especiales, como los platos navideños,  y en otras donde se restringen algunos platos, como los ayunos en muchas religiones, en el ramadán musulmán, por ejemplo,  o la prohibición de comer carne en la semana santa católica. En la mayoría de los casos nuestros hábitos alimenticios nos relacionan con determinada clase social, región o creencia. También puede  revelar una postura moral, o hasta política. Incluso, nuestra costumbre alimenticia puede demostrar que tanto nos importa nuestra salud.  

En el mundo, hay tres grandes cereales que aportan gran parte de la energía: el  maíz, el trigo y el arroz. El maíz se asocia al nuevo continente. El trigo se asocia a Europa y al medio oriente. El arroz se asocia al Asia. Al igual que la costumbre de comer con los dedos, tenedores o palillos tiene sus connotaciones.

En el judaísmo y en el Islam se prohíbe el consumo de carne de cerdo. En la tradición Hindú, esta prohibido consumir carne de res al igual que en los países occidentes se prohíbe consumir carne de caballo, de perro y de gato. En Occidente, se permite consumir carne de cerdo y de res al igual que en Corea, China y Vietnam está permitido comer carne de perro. Muchas tradiciones prohíben el consumo de alcohol, o de sangre, por ejemplo.

Estas regulaciones en los diferentes tipos de dietas en diferentes partes del mundo aunque en muchos casos dan la impresión de ser caprichosas o irracionales en realidad no son del todo arbitrarias. El cerdo es un animal que su cría en zonas desérticas consume muchos recursos, sobre todo agua.  El caballo y  el buey son mucho más  útiles como animales de trabajo que por su carne. Los perros y los gatos son  animales de compañía, de guardia, de trabajo y  control de plagas. Son muy útiles así.  El alcohol trae muchos inconvenientes si no se ingiere responsablemente. Y la sangre que le da mucho sabor a la carne también es cierto que es un cultivo de muchas enfermedades.

En la actualidad, la producción de alimentos a nivel mundial está siendo controlada por un grupo cada vez más reducido de corporaciones. Son dueños de las semillas, de los químicos, de la manufactura y de los canales de distribución. Su negocio es hacer dinero.  Financian políticos. Son los grandes clientes de los medios de comunicaciones.  Estas corporaciones para poder producir gran cantidad de alimentos a bajo costo han utilizado procesos tecnológicos y organizativos que en gran medida han traído considerables secuelas ambientales, sociales y humanas.  El uso de venenos, las modificaciones genéticas, y los antibióticos han dado grandes dividendos para los implicados pero también han traído sus costos escondidos para toda la sociedad. En el fondo, no es un sistema muy sensato.

Como forma de protesta, muchos ciudadanos informados y preocupados alrededor del mundo han decidido boicotear estas corporaciones y sus prácticas, en la medida de lo posible,  para apoyar a productores locales que utilizan métodos alternativos. Decidir comer lo local, y  lo sano  directamente de la mano de  un productor amigo es una verdadera revolución. Es ser hoy parte del futuro.

Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  14 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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viernes, 7 de octubre de 2016

La revolución digital


Los cambios en la sociedad suelen presentarse  de diferentes maneras. A veces los cambios son lentos, otras veces son rápidos. Hay cambios graduales , y otros violentos. A veces, las cosas cambian por  un tiempo para eventualmente  retornar a su estado original.  Otras veces, estos cambios perduran y nada  vuelve a ser  como algún día  fue. Existen momentos en la historia de la humana donde una serie de eventos, por lo general de tipo tecnológico,  han marcado un rompimiento dramático entre el pasado y el futuro. Esos son los momentos donde casi todo cambia en un periodo muy breve.  Cambia la sociedad, la economía, la conducta, el pensamiento. Todo en poco tiempo.   Estas son las revoluciones.

En el periodo prehistórico, la domesticación de animales y la agricultura revolucionaron la sociedad.  Muchas cosas cambiaron. La población pudo crecer.  La sociedad se volvió mucho más sofisticada y compleja. En algunos lugares, esta nueva técnica para producir  alimentos dio paso a la civilización. La civilización trago la vida urbana, la escritura, nuevos modos de transporte, y  un comercio más amplio, entre otras cosas. La sociedad cambio enormemente. La revolución agrícola marco un antes y un después en la historia.

En periodos más recientes,  la invención de la imprenta  hizo maravillas para la difusión del conocimiento. Lo que anteriormente estaba reservado a una minoría privilegiada se volvió algo más accesible para el hombre común. La revolución industrial también trasformo al mundo de modos increíbles. Creo nuevas técnicas, diferentes modos de producción, distintas fuentes de energía, y otras formas de organización. La vida cotidiana se modificó para siempre y permitió la entrada al mundo actual.

Cada una de estas revoluciones trajo consigo aspectos tanto positivos como negativos, tanto bendiciones como terribles contradicciones. Las revoluciones siempre son periodos de grandes desafíos y al mismo tiempo grandes oportunidades.

Con la revolución digital surgió la era de la información, el periodo que hoy está apenas comenzando. La computadora personal, el Internet, los teléfonos inteligentes, las redes sociales, entre otros adelantos desarrollados en las últimas décadas  han creado un ambiente donde el tiempo y el espacio han virtualmente desaparecido. Lo físico ha pasado a otro plano. Es un entorno más cercano e instantáneo que cuenta con una memoria infinita. Gracias a esta tecnología,  estamos mucho más conectados que antes. La comunicación a distancia es más fácil. La cantidad de información a la mano es inmensa.  El usuario no es pasivo, sino que  contribuye e interactúa de una manera directa y descentralizada con los demás. Los  medios tradicionales han dado paso a un universo múltiple, interconectado, e interactivo en tiempo real donde el individuo construye un mundo según sus gustos, necesidades y aficiones personales, donde crea vínculos no basados en la proximidad física, sino en sus afinidades particulares.

Esta nueva realidad  brinda a las personas una gran herramienta. Sin embargo, también es cierto de no todo es perfecto. Por un lado, esta revolución de la misma manera que ha creado nuevos puestos de trabajo también ha destruido muchos otros. Por otro lado, aunque hoy hay muchísima información disponible ,en realidad, es  más  de lo que  podemos asimilar. La información es fácilmente manipulable y en muchos casos poco confiable. La información puede ser copiada y  pirateada indiscriminadamente.   

  Es demasiada información que  pasa demasiado rápido. No queda tiempo para la reflexión, el análisis, la verificación. Hace falta profundidad y coherencia.  

Entre los nuevos peligros, está el de la privacidad que pode ser violada por gobiernos, corporaciones, particulares y criminales sin muchos obstáculos.   A mayor conectividad, mayor vulnerabilidad.  Estamos sumamente expuestos.

 Todavía es muy temprano para saber a ciencia cierta los alcances y las limitaciones de esta revolución. Esto apenas esta comenzado y es muy difícil predecir hoy sus consecuencias en el futuro lejano. Solo el tiempo pondrá en perspectiva a este periodo que hoy vivimos. Lo que si es cierto es que definitivamente vivimos en tiempos de grandes y veloces cambios.

Gustavo Godoy

@GusGo

Artículo publicado por El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) el viernes  07 de Octubre  2016 en la Columna Entre libros y montañas


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