viernes, 27 de abril de 2018

El Gran Gatsby






¿Puede un hombre reinventarse a voluntad? ¿Puede alguien cambiar lo que es? ¿Es el sueño americano una quimera? El Gran Gatsby (1925), la novela de Francis Scott Fitzgerald ha sido llamada por muchos la gran novela americana. Relata la historia de un hombre rico, pero de origen humilde, que pretende ser un aristócrata para conquistar un viejo amor. Gatsby, el protagonista, se avergüenza de su pasado y lo esconde. Pero los fantasmas de su ayer nunca lo abandonan. Siempre lo están asechando. Él es un esclavo de ellos. Claro,  esta no es una novela optimista. De hecho, es una tragedia. Irónico, ¿eh? La gran novela americana presenta al sueño americano como una farsa con fatales consecuencias.

La historia transcurre en plena era de jazz, en el verano de 1922. El narrador, Nick Carraway, oriundo del medio oeste de los EEUU,  se muda a Nueva York y terminar rentando una pequeña casa en Long Island a un lado de la mansión de Gatsby. Nick trabaja en Manhattan vendiendo bonos para una firma financiera. Él nos muestra a Gatsby como un misterio millonario con gustos extravagantes  que ofrece fiestas increíbles. Luego, conocemos a Daisy, una mujer de sociedad. Daisy está casada con un hombre de  alta alcurnia, pero es sumamente  infeliz. Su marido, Tom Buchanan, es un verdadero patán. Resulta ser que, años atrás,  Gatsby y Daisy tuvieron un breve romance durante la guerra, guerra en donde Gatsby participó como soldado. El amor no prosperó por la guerra y por la inseguridad de Gatsby con respecto a su trasfondo social. Con la ayuda de Nick, Gatsby y Daisy se encuentran nuevamente y tienen una aventura. Pero Daisy nunca deja a Tom. En medio de la novela, se descubre la verdad sobre Gatsby y cómo obtuvo su dinero (con el contrabando de licor). 

Ya casi al final de la obra, Gatsby es asesinado en su propia piscina.  El asesino lo culpó de matar a su hija en un accidente automovilístico. La verdadera tragedia no es su muerte, pienso. Creo que su tragedia radica en el hecho de tener que mentir y delinquir para poder tener una oportunidad. Nunca, a pesar de sus esfuerzos, logró ser lo que quería ser. No obtuvo a la chica. Daisy, al final, decidió quedarse con su esposo.   Solo su padre acudió a su entierro. Todas estas fiestas, llenas de gente, y ni un amigo. Eso es lo trágico para mí, no su muerte.  Ese es un asunto digno de una profunda reflexión.

Cuando leemos la correspondencia personal de Fitzgerald, nos damos cuenta que evidentemente existen muchos paralelismos entre la vida de Jay Gatsby y la de él. Fitzgerald (de origen humilde)  también tuvo que realizar grandes esfuerzos para poder conquistar el exigente corazón de una dama. Zelda, su esposa, no se la puso fácil al principio. En efecto, publicó sus primeros libros para impresionarla. Todo hombre  pasa, de uno u otro modo,  por algo así. Gatsby y Fitzgerald no son los únicos. La mujer es la gran motivación  en la vida de casi todo hombre. Siempre se trata de una mujer. Todo gira en torno a  la chica.


Gustavo Godoy

Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 27 de Abril 2018 en la Columna Entre libros y montañas



ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com

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