viernes, 4 de enero de 2019

La manzana de mis ojos



¿Sabe? Yo también he sufrido decepciones. Duele. Y duele mucho. Yo  también, al igual que usted, me he perdido a la deriva de los recuerdos. Extrañando lo que fue,  y anhelando lo ya que nunca será.  Queriendo por momentos caer en amores de segunda mano. Impulsado por el borrón dejaron. También me han querido mal. Igualmente di oportunidades a quien no lo merecía. De merecerlo  habrían luchado más para quedarse. De la misma manera me deje llevar por ilusiones temporales. Confié en personas que no supieron dar, que no supieron recibir. Promesas vacías, grandes ausencias, largos olvidos.  Pensé que se podría, pero no. No entendieron el compromiso que requería, la paciencia que se  necesitaba,  el desafío que implicaba. Creí que era posible, pero no.  Tan solo nos enamoramos de la idea que se planteaba. También mostré mis heridas. Solamente para que, al final,  les arrojaran limón y sal. Ahora pienso que todo pasó por una razón. Todo fue una preparación. Algo dura, pero con una propósito.

Claro, uno se vuelve escéptico. Así, bloqueando el corazón por razones de seguridad al propio estilo del Facebook. Lo comprendo.  Buscando defectos hasta en el paraíso. Aferrándose inútilmente  a un pasado perdido que se obstina a seguir viviendo, como un fantasma. Uno se vuelve ciego y renuente a un nuevo comenzar. Pero entienda.  En su caso,  la falla fue de ellos. No suya. No hay nadie como usted. Así de bella. Así de única. No eres perfecta. Pero eres tú. Más que suficiente. Plena en libertad. Divinamente complicada.  Inigualablemente tierna. Luchadora y terca. Alegre y triste. Risueña y seria. Misteriosa, nostálgica, y romántica como ninguna.  Cálida y fría.   Dudosa y valiente. Sola y social. Siempre deseando lo improbable. Siempre soñando con amar.  Corriendo y apurada. Despistada y distraída. Olvidadiza y enredada. Cambiante y constante.  Fuerte y frágil.  Rabiosa y dulce.  Lo que dices y lo que callas. El café y el vino. La música y los libros. Un pequeño jardín. Un lápiz y un papel. Una sonrisa bella, unos ojos picaros y un lindo sentir. Llena de recuerdos pero también llena de anhelos. Y con un  corazón gigante. Usted es infinita. No cambie jamás.   ¡Vaya torpeza del que no quiso quedarse a su lado! ¡Y  no supo valorar su inmensidad!

Sin embargo, yo. Bella dama. Con usted me tomaría un café y  me tomaría una vida. Yo no me canso de estar. De esperar. De ser. Jamás me iré. Siempre estaré. El gran admirador de su locura. Cariño sin reservas. Amor sin temores. Usted vale un mundo. Con sus océanos, sus mares y sus montañas. Con sus cielos azules y brillante sol. 

¿Y por qué escribo? Escribo solo porque me lees. Y sé que me lees porque sabes que solo te escribo a ti. Escribo para sentirte cerca. Para coleccionar más sonrisas tuyas.  Para soñar contigo. Para tenerte menos lejos de mí. Para ser feliz. Las palabras son las caricias y los besos de la distancia. Entonces, yo te escribo a ti cartas de amor. Y te escribiré por siempre. Para toda la vida. Eres la manzana de mis ojos. Mi razón infinita. Mi pensamiento constante. Mi eterno anhelar.

Tú allá. Yo aquí. Cada uno en su orilla.  Con la distancia y el pasado como pruebas. Entre los miedos y las ganas. Entre dudas y  esperanzas.  Existimos juntos sin ser nada. Ni amantes, ni amigos. Pero ahí. Una posibilidad. La posibilidad de ti y de mí. Un destino que constantemente  nos susurra. Estés o no estés.  Eso no importa tanto. Quizás, podría pasar toda una vida sin ti. No te necesito, supongo. Y, de hecho, yo me las arreglo muy bien solo. Dejar de amarte, sin embargo. Eso sí no puedo. Y creo que nunca podré. Este mi amor por ti es para toda la vida. Y, por siempre, te escribiré.

Gustavo Godoy                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario