viernes, 17 de junio de 2016

Carta de amor



Querer  es un acto temerario. Se requiere atención, generosidad, y valentía. El amor es un regalo que uno debe dar sin muchos cálculos. Si este  es merecido o no, correspondido o no , en realidad, no importa mucho. Los regalos son así.   En cierto modo la aventura de  amar es un salto al vacío, si uno lo piensa demasiado, no lo hace. Con mucha frecuencia, ese gran obstáculo que es el miedo nos congela o nos hace huir.
El amor es algo muy raro en estos tiempos de oscuridad. Querer es una decisión. No es un sentimiento involuntario despertado por un ideal perfecto como creen casi todos . Amar y querer es la construcción intencional de algo especial entre un par de imperfectos que escogieron tolerarse un poco y apoyarse un poco dentro de este mundo ,muchas veces tan  frio y hostil. Es para valientes e insensatos.  No ama quien quiere ,sino quien puede.

Ellos  salieron en varias ocasiones, encuentros gratos y divertidos.  Luego, ella se fue. Y mientras  estuvo en la distancia, él insensatamente le escribió inoportunas cartas de amor. He aquí una de dichas cartas cuyas  respuestas siempre fueron largos silencios, nerviosas evasivas  o tímidos distanciamientos:  
 El hombre insensato solo lucha por causas perdidas. Solo el que tiene fe busca  milagros en lugares grises y en tiempos grises. Son las grandes historias,  las que superan los obstáculos, los miedos y los enredos, a pesar de las distracciones y las excusas. Lo mágico viene de  la esperanza, de la fe.  Viene de  desafiar el destino y el orden natural de las cosas. Viene de cuando lo ordinario da paso a lo extraordinario.


Yo no soy el mejor hombre del mundo. Tengo mis virtudes pero también  estoy lleno de fallas y defectos. Soy un simple mortal.  No soy más  ni menos que los demás. Tal vez no tengo mucho que ofrecer. Pero puedo ofrecer lo que es mío. Mi paciencia. Mi dedicación. Mi atención. Mi esfuerzo. Mi comprensión. Mi compañía. Mi amor.


La vida es tan complicada como uno la quiera hacer. Podría ser simple. A veces es ver algo bello y querer acercarse. Es respetar. Es cuidar. Es dar. Es dejarse querer. Es luchar por lo que valga la pena.


Hay tiempos para ser sutil y hay tiempos para ser más atrevido. La ventaja de escribir cartas en la distancia es que dan valor.  Algo que en este tipo de asuntos no cae mal. El que se mete en estos menesteres tiene que asumir todos los riesgos con coraje.  Los milagros pueden ocurrir en cualquier momento. 


Como tu bien sabes,   me gustas mucho. ¿Y por qué no poner en palabras lo que ya  los dos sabemos?  Ser directo y descarado, a pesar de los peligros.  En otras palabras,  quiero estar cerca de ti. Aceptarte con lo bueno y lo malo. Me gustaría escuchar tus sueños, tus secretos, tus preocupaciones, tu versión de la felicidad. Me gustaría conocerte de cerca. Conocer ese lado que ocultamos a los demás por temor a ser heridos.  Yo no quiero herirte.  Yo lo que  quiero es  estar a tu lado para acompañarte al caminar. Que mis cafés sean contigo. Celebrar días especiales junto a ti. Salir a buscar  medicinas como loco cuando te de gripe.  Contribuir con las pequeñas cosas como cambiar  bombillos o reparar tu carro. Viajar contigo. Comer juntos de vez en cuando. Dedicarte poemas. Enviarte flores.   Dejarte sola, cuando quieres estar sola. Poder tocar tu mano al conversar.  Quiero  lo imposible y lo insensato.


Más que nada es  la certeza que eres alguien para querer.  Y te propongo  que construyamos algo entre los dos. Iríamos a tu ritmo y sin presiones. Armonizando  las cosas poco a poco. Conversando. Explicándonos. Yo no quiero importunarte.  Solo quiero acercarme más a ti porque me gustas. Así de sencillo.
En cierto modo  algo entre nosotros sería una locura, lo entiendo perfectamente,  pero sería una locura ajustada a nuestra medida. Por momentos dejaríamos todo atrás y  nos escaparíamos a un mundo creado por nosotros, un mundo lleno de música, magia y poesía.
Si he de escribir una gran historia de amor, me gustaría que fuera contigo.


  Gustavo Godoy

Artículo publicado por El diario El Tiempo el viernes 17 de Junio 2016 en la Columna Entre libros y montañas

Ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com

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