La novela como género
literario dominante tuvo sus inicios en la Europa en el siglo XIX. Lo que Pablo Neruda llamó “el bistec de la
literatura” se consolidó en este periodo. En
este siglo, en las grandes capitales europeas, el mundo de los libros
experimentó una serie de cambios importantes. La relación entre el
autor, las editoriales y los lectores rompió con el pasado y un conjunto de condiciones se presentaron para
favorecer su desarrollo.
Este periodo marcado por la
agitación social y los avances tecnológicos tuvo
como escenario principal lo urbano. La revolución industrial, el crecimiento de las ciudades y el nacimiento de la burguesía (la
clase media urbana) asumieron
definitivamente el protagonismo histórico. Y
el auge de la novela estuvo vinculado a este proceso.
Los escritores empezaron a preocuparse
con la realidad social de sus contemporáneos
y mostraron gran interés en relatar las vivencias e intimidades de la gente común. El lenguaje se volvió más real y
accesible. La temática se centró en lo
cotidiano.
Alemania es un país que llegó
tarde a la modernidad y su unificación como
gran nación con centros urbanos de cierto tamaño también llegaron tardíamente. Esta situación repercutió en su literatura. Los
alemanes siempre fueron conocidos por sus
filósofos, estadistas y militares, pero por literatos muy poco. Claro, hay excepciones.
Goethe y Mann rompieron muchos hitos para Alemania en materia literaria.
Thomas Mann, junto a Goethe muy anterior a él, colocó a Alemania en el
mapa de la literatura universal. Mann nació en la ciudad de Lübeck, el 6 Junio 1875, hijo de una familia de importantes comerciantes venida
a menos. Ganó el premio Nobel en 1929.
Alcanzó la fama mundial con su primera novela, Los Buddenbrook. Una novela de familia sobre la decadencia con fuertes
tintes autobiográficos. Luego,
escribió otras. Muerte en Venecia, La montaña mágica, y, la última de sus creaciones maestras, Doctor Faustus son
las más conocidas. De él, La
montaña mágica es mi obra predilecta. Es una novela de crecimiento personal y reflexión. No pasa mucho. Todo lo
importante sucede en el interior de su
protagonista producto de sus conversaciones con los otros personajes. La pieza es muy extensa pero vale el esfuerzo.
Mann es un escritor burgués, miembro y
exponente de la burguesía alemana de
principios del siglo XX. Y su obra es un reflejo de su tiempo y de su vida. Toda su obra es una transmutación de una realidad
vivida. Es uno de esos escritores que
representa a su clase y paradójicamente la crítica al mismo tiempo. Abordaba siempre el conflicto entre el
individualismo y la sociedad. La oposición entre la vida burguesa y la vida del artista. Tema
muy alemán, por cierto. En sus trabajos
modernizó las ideas de Goethe, Wagner, Schopenhauer y Nietzsche. También mitos bíblicos y románticos. Con un
estilo muy particular.
Thomas Mann, un escritor muy
alemán, un escritor muy universal. Burgués, pero tormentosamente
apasionado. Leerlo es toda una experiencia.
Gustavo Godoy
Artículo publicado en El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 19 de Enero 2018 en la Columna Entre libros y montañas
ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com
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