viernes, 1 de junio de 2018

El guardián en el centeno





El guardián en el centeno es una novela sobre la angustia y la confusión de la adolescencia. J.D Salinger quien murió en el año 2010 escribió varios cuentos cortos, pero El guardián en el centeno es su única pieza de relativo gran tamaño. La obra publicada en 1951 ha alcanzado la categoría de libro de culto, y hasta el día de hoy disfruta de una influencia enorme entre lectores de todas partes del mundo. Su autor, con el tiempo, se ha convertido en una auténtica leyenda. De la noche a la mañana, un oscuro y excéntrico escritor logró recibir los aplausos de la crítica, y entrar en la lista de los libros más vendidos, para luego desaparecer completamente. Sí, poco después de su gran éxito literario, Salinger se retiró a su granja en Nueva Hampshire para sumergirse totalmente en las religiones orientales. Pidió que su foto fuera retirada de sus libros, no dio más entrevistas, no escribió más para publicación, y no se le volvió a ver más en público. Un rumor dice que Salinger se encerraba en un bunker para escribir novelas que nadie leería jamás. Eso volvió loco a sus admiradores. Su ausencia le dio una fama descomunal,  elevándolo a las cúspides de la fascinación colectiva. Interesante, ¿eh? Otro dato curioso. En 1980, un confundido fanático  mató a tiros al cantante John Lennon, y luego declaró que El guardián en el centeno lo había inspirado. Desde entonces, el libro ha sido parte de numerosas teorías de conspiración que lo asocian a varios asesinatos misteriosos. La novela de Salinger siempre ha estado rodeada de enigmas.

Ahora bien, el libro en sí. El narrador en primera persona es  Holden Caulfield, un joven de 16 años,  rebelde, insatisfecho y alienado. Se encuentra en un hospital, y, desde ahí, nos relata sus andanzas por las calles de Nueva York durante tres días después de escapar de un internado.  Holden vaga sin rumbo fijo por la gigantesca ciudad buscando a alguien que lo pueda comprender, o por lo menos escuchar. Está desorientado y sin apoyo. No confía en nadie. Descontento con su familia, sus profesores, sus amigos y la sociedad en general,  pasa el rato de un lugar a otro bebiendo, fumando, sin dormir y hablando con extraños. Termina en la desesperación. Enfermo en una institución.

La lectura se destaca principalmente por el lenguaje, que es original, fluido y sumamente juvenil. Básicamente, el lenguaje hablado de los jóvenes de la época. El humor está muy presente en toda la obra. Empezando por su raro sombrero. Holden con frecuencia tilda a los demás de ridículos, siendo él un personaje, en cierto modo,  también ridículo.  Sus reflexiones son contradictorias y ambiguas, pero recargadas de mucha sensibilidad. He ahí la universalidad y el atractivo de la obra. El texto refleja la búsqueda de una identidad no encontrada, típico sentimiento posmoderno. De hecho, Holden es un verdadero héroe de la posmodernidad; su Nueva York, nuestro mundo. 


Gustavo Godoy

Artículo publicado en  El diario El Tiempo ( Valera, Venezuela) y en varios medios alternativos en diferentes países del mundo el Viernes 01 de Junio 2018 en la Columna Entre libros y montañas



ver blog: www.entrelibrosymontanas.blogspot.com


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